Durante los últimos días, dos personas resultaron gravemente heridas por los ataques de osos pardos en la provincia transilvana de Harghita, en Rumanía.

Las fuerzas de seguridad manifestaron que durante esas fechas fueron solicitados en 18 ocasiones para ahuyentar a osos que se habían acercado a municipios y zonas habitadas. Por esta razón, los vecinos denunciaron la presencia de estos animales en el perimetro de pensiones o viviendas particulares.

"La situación es muy grave, está en juego la vida de las personas" declaró el presidente del consejo provincial de la región, Borboly Csaba.

Sobrepoblación

Según las autoridades de la región, la población de osos en la zona de los Cárpatos rumanos creció a un ritmo desenfrenado desde que entró en vigor la prohibición de la caza en 2016. "Desde entonces, ha crecido mucho. La población de osos en Rumanía supera ya los 8.000 ejemplares, más del doble del número idóneo", explicó Ovidiu Ionescu, profesor de gestión de caza de la Universidad de Transilvania.

En 2019 murieron ocho personas en ataques de osos que habían abandonado su hábitat en busca de comida.

Para solucionar este problema, las autoridades apuestan por volver a introducir cuotas de caza recreativa para que se puedan equilibrar las poblaciones de estos animales y también traigan ingresos a las comunidades locales.

Greenpeace se opone a esta posible medida y defienden la reducción de la intervención humana sobre el medio ambiente. Por su parte, el ministro del Medio Ambiente, Barna Tanczos, declaró que se prevé la creación de una ley que permitirá a personal especializado sacrificar o adormecer y devolver al monte a los osos peligrosos en un plazo de 24 horas.