María Teresa Campos lleva unos años un tanto negativos. Horribles se podría decir. Comenzando por su declive en televisión, donde su último programa propio, La Campos móvil, en el que hacía entrevistas dentro de un camión transparente en movimiento, duró una sola entrega, con Isabel Díaz Ayuso, antes de ser cancelado.

A ello hay que añadir, principalmente, el ictus que sufrió pero del que logró recuperarse, junto a su traumática y televisiva ruptura con Bigote Arrocet, su tristeza ante los enfrentamientos públicos continuos entre sus hijas, Terelu y Carmen Borrego, y el haber malvendido su mansión de lujo para comprarse un piso en el que no se halla.

Muchas malas noticias concentradas en un corto espacio de tiempo y que no llegan solas, porque esa mudanza ha traído más consecuencias. Según ha revelado Sálvame este martes, han aparecido en un descampado numerosos documentos confidenciales de la veterana periodista de 80 años. Kiko Hernández ha asegurado que un joven se los encontró el sábado mientras paseaba a su perro por Madrid.

“El perro sale corriendo hacia un punto del descampado, empieza a olisquear y se encuentra lo más gordo”, ha afirmado el colaborador, y Jorge Javier Vázquez ha añadido: “Lo que se ha encontrado en un descampado es el material más comprometido que se pueda encontrar sobre una persona, en todas sus vertientes, y es inexplicable que se haya encontrado ahí”.

Una caja extraviada en la mudanza

Y ese material incluye informes médicos recientes, contratos de televisión, fotos y demás documentos confidenciales. El programa se ha puesto en contacto con su hija Carmen Borrego que, visiblemente enfadada, ha anunciado que exigirá explicaciones a la empresa que contrataron para realizar la mudanza de su madre, porque todas las cajas estaban identificadas, incluso la de la documentación. Porque la vida de la Campos ha acabado en un descampado. Valga la redundancia.