Rafa, nombre en honor a su hermano fallecido en 1994, de apellido Galdós (el de su abuela, porque todo el seudónimo literario tiene sentido familiar), sitúa la historia unos años más tarde del hecho sobre el que se apoya. La realidad nos llevaría a junio de 2005, cuando un incendió devastó las Torres de Errotaburu, en el donostiarra barrio de Ibaeta. Un vigilante jurado asesinó a un compañero en el edificio de Hacienda, provocó un incendio y huyó. Al día siguiente apareció su cuerpo con una nota de despedida. Este es el hecho, mientras que la sinopsis de la novela dice que un joven en paro es captado por las cloacas del poder para sustraer una documentación delicada en el edificio de Hacienda de San Sebastián. Trabajo sucio, dinero fácil. Un disparo y unas llamaradas frustran el plan. Comienza una carrera vertiginosa por salvar el pellejo. La huida de un antihéroe camaleónico, que adoptará el silencio y el engaño como señas de identidad. Budapest será su tabla de salvación.

Retoma una historia que ocurrió en 2005. ¿Por qué?

Porque fue un suceso que me tocó cerca de casa. Iba con una cámara en la mano, tomé fotos y una de ellas fue portada del periódico en el que trabajo. El incendio en las Torres de Errotaburu, que es donde están las oficinas de la Hacienda Foral de Gipuzkoa, es algo que se me quedó en la retina. Fue un hecho lúgubre y feo. Hubo muerte, disparos, fuego... Y de forma paralela hubo una trama de malversación de fondos públicos, aunque nunca se llegó a relacionar con el incendio.

Ha esperado más de quince años para crear con esos ingredientes Al filo del mal. Fuga a Budapest

Es que con el paso del tiempo recuperé ciertas cosas de la memoria y de lo que tenía escrito desde hacía tiempo, y además se dieron las circunstancias de tener días para mí y para ponerme a escribir. Absorbo como punto de partida ese hecho, el incendio, aunque luego lo descontextualizo y lo sitúo años después. No entro en lo de la malversación de fondos públicos porque no hubo ninguna relación que más tarde se demostrara. Creo una trama paralela de hechos delictivos y me inspiro en hechos reales para crear esta novela.

Dice que se inspira en hechos reales, pero, ¿se aleja mucho de la realidad?

Me nutro de ese principio que está centrado en el incendio y absorbo los temas de corrupción con una trama política para crear una ficción. Puedo decir que es una invención creada sobre algo que sí ocurrió.

¿Y por qué extiende la trama hasta Budapest?

Porque en 2019 hice un viaje por Europa y terminé en Budapest. Era invierno y me sentía bastante aislado en esa ciudad, donde la gente no es muy calurosa. A pesar de que es un sitio maravilloso, la gente no es muy cálida, o al menos eso me pareció a mí. A mí me gusta pasear con mis cascos, mi música y mis historias y me di cuenta de que era un sitio perfecto para vivir en la clandestinidad. Y de ese viaje nacieron varias libretas con notas y pensé: Si algún día tuviera que escapar, este no sería un mal sitio.

Ahora que se ha lanzado a escribir novela, ¿tiene intención de seguir por este camino?

Sí. Esto de escribir me ha picado y es un camino superadictivo. Esta novela fue una vía de escape. Es una autoedición y me he involucrado en todas sus partes. De alguna forma, voy absorbiendo conocimiento a través de un sistema fácil, el prueba-error. Es algo que va creciendo y que se mete dentro de ti.

¿Qué es lo más adictivo?

El camino que recorres para llegar a ver el libro en tus manos totalmente terminado. Te llevas el feedback de la gente, el feedback de la librera, el de tus compañeros, de esos que te van leyendo€ Ha superado mis expectativas totalmente. Pensaba que este libro iba a quedar en el ámbito de mis amistades, de mi familia, pero se está distribuyendo bien. Tuve la suerte de que Elkar me empezó a distribuir y cada día voy sumando, así que voy a tirar adelante con este libro y quiero repetir la experiencia.

Vamos, que la aceptación ha sido incluso sorprendente.

No solo la aceptación, sino también la gente que te vas encontrando en el camino y que te aporta muchas cosas. Escribir una novela es adictivo cien por cien y se me ha metido dentro. Lo que ocurre es que al final te falta tiempo.

¿Cómo definiría su obra, como un thriller

Diría que es más de acción, aunque podría definirla como un thriller de acción con tintes políticos. Esa sería la etiqueta más idónea. Es verdad que hay una trama política que lo va sobrevolando todo. El libro es muy ágil, pienso que resulta incluso trepidante. Lo que pretendo es que el lector viva una experiencia. Quiero que se sienta en el centro de una fuga y que viva las emociones en las que está el personaje.

¿Para una futura historia utilizaría el mismo género?

No me importaría darle continuidad a lo que hice. Tampoco es un thriller convencional, lleva mucho humor infiltrado. He intentado que la historia tenga un punto trepidante y que sea ágil a la hora de leer. No soy lector de género, soy un tipo inquieto al que le gustan todos los tipos de literatura. No sé lo que haré cuando me ponga a escribir, si es que finalmente lo hago, pero si tuviera tiempo y solo me dedicara a escribir no sería este el único género en el que situaría mis tramas.

¿Ve una segunda parte de Al filo del mal. Fuga a Budapest

Sí, creo que existe la oportunidad de darle continuidad, pero por otro lado me encantaría contar otro tipo de historias y crear novelas diferentes.

PERSONAL

Edad: 47 años.

Lugar de nacimiento: Donostia.

Trayectoria: Al filo del mal es su primera novela y está basada en un hecho real que cubrió como periodista en 2005. Trabaja como diseñador de prensa y tiene una gran pasión por la escritura. A lo largo de su carrera ha ganado varios premios periodísticos.