Desde que debutara en 1992 con el Bilbao Athletic hasta el día de su adiós, Edu Alonso vivió tan intensamente el fútbol, que tenía claro que una vez que acabase su carrera profesional su vida iba a ir por otros derroteros. Seguiría ligado al deporte y también al fútbol, pero de otra manera. Ni la opción de ser entrenador se le pasó por la cabeza. No se veía capaz de luchar con tanto ego en un vestuario. "Los futbolistas, en su mayoría, hemos sido egoístas, y la labor de entrenar a un colectivo profesional no es nada fácil", apunta. Por eso, el exjugador albiazul decidió enfocar su nueva vida, una vez apagadas las luces del fútbol profesional, como representante de la marca deportiva italiana Errea en el norte de España.

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La trayectoria deportiva de Edu Alonso

De ese cambio de rumbo se van a cumplir ya la friolera de 13 años. "¡Cómo pasa el tiempo!", se sorprende. Vuela. Al menos, guarda con cariño los recuerdos vividos como futbolista y eso que el final de su etapa en el Deportivo Alavés Ahora con la perspectiva que dan los años no duda en señalar que fue "un privilegiado" y por eso no siente rencor alguno tras su abrupta salida del conjunto babazorro. De hecho, ya ni echa de menos el balonpié. Totalmente adaptado a su nueva vida, aunque eso sí, Edu Alonso reconoce que al principio sí que sentía cierta morriña. "Después de haberle dedicado toda tu vida, pues sí que cuentas los días desde que lo has dejado. Dices, un año ya, dos, pero luego ya no. Mira ya van para trece", apunta de nuevo al percatarse de todo el tiempo transcurrido ya.

Acostumbrado por completo a su nueva vida. Desde el inicio de hecho. No tardó nada en pasar de vestir de corto a su nueva labor como representante de la marca deportiva Errea. "A la semana siguiente ya estaba amoldándome por completo". Edu Alonso, junto a su excompañero en el Athletic Jon Pérez Bolo formaron esta sociedad para ejercer de representantes de Errea y se dedican a la venta de equipaciones deportivas para colegios, federaciones y equipos. Hoy en día regenta una tienda en el barrio bilbaíno de La Casilla en la Avenida del Ferrocarril en la que venden este material deportivo y donde realiza todo tipo de labores. Desde atender en tienda, a realizar pedidos, visitas comerciales o planchar las equipaciones en el almacén. "Hay que saber hacer de todo, porque si falta uno, por lo menos poder cubrirle", precisa sobre su actual trabajo.

El exfutbolista bilbaíno reconoce que "no fue difícil" dejar el fútbol y más tras el calvario que vivió en las últimas semanas como jugador del Deportivo Alavés. "Considero que se fue injusto conmigo y tenía ya la necesidad de salir de ese mundo", rememora con cierta amargura aún tras ver como el club presidido entonces por Fernando Ortiz de Zárate quería rescindir el contrato que aún le unía a la entidad del Paseo de Cervantes, al no poder hacer esta frente a su alta ficha.

"Ves que para la nueva directiva no eres más que un número y no miran ni a la persona, ni lo que has perdonado. Esto desgasta hasta el punto de que quieres cambiar de aires"

"Son cosas que las llevas mal y que solo se las puedes contar al más cercano. Ves que para la nueva directiva no eres más que un número y no miran ni a la persona, ni lo que has perdonado", recuerda sobre el acuerdo que firmó con anteriores directivas para rebajarse su sueldo y seguir en Vitoria. "Los futbolistas somos privilegiados y parece que nada puede irnos mal, pero esas situaciones desgastan mucho, hasta el punto de que con todo lo que está pasando quieres cambiar de aires".

Pese a todo, no guarda ningún tipo de rencor al que fuera máximo mandatario del club tras el desastre generado por Piterman. Es más, Edu Alonso ensalza la valentía que tuvo Fernando Ortiz de Zárate para coger las riendas del conjunto babazorro en un momento tan delicado. "Con el tiempo lo miras con respeto, aunque me quedara mal sabor de boca ya que teníamos una relación de amistad. Pero hay que entender que él en ese momento miró lo mejor para el club y aunque mi salida no se hizo como hablamos, valoro la valentía que tuvo para coger el club tal como estaba. Tuvo mucho valor y eso se merece un respeto".

Esa brusca despedida aceleró el cambio de rumbo en su vida. Nuevos horizontes se abrían en su futuro. Edu Alonso montó un gimnasio en Bilbao con otros jugadores del Athletic, pero lo que más le llamaba era formar una sociedad junto a Jon Pérez Bolo, compañero de su quinta y con quien coincidió en el Bilbao Athletic. "Él es un culo inquieto y ya desde el principio viajamos a Italia para que los dueños de Errea nos conocieran y poder llevar aquí su firma", recuerda sobre los primeros momentos de puesta en marcha de la empresa.

"El tener un nombre te facilita mucho las cosas"

El que fuera interior derecho en el Alavés reconoce que su pasado reciente como futbolistas les "abrió muchas puertas al inicio". "El tener un nombre te facilita ciertas cosas. El fútbol tiene una dimensión que otros deportes no tienen y la verdad es que fue de gran ayuda", comenta. Ahora el exalbiazul asume el mayor peso del negocio, ya que Bolo sigue ligado al fútbol y actualmente ejerce como entrenador de la Ponferradina, por lo que no está tan metido de lleno. "Me ayuda de vez en cuando, pero me ha dejado solo ante el peligro", sonríe. Bromas aparte, a quien también echa de menos Alonso es a Javi Barbero, quien también formó parte de la sociedad en sus inicios, pero que ha vuelto a ejercer como entrenador de porteros en el cuadro babazorro. "La verdad es que el Alavés se llevó un excelente entrenador de porteros, pero nosotros perdimos a un gran comercial. Era buenísimo".

Si ya cuando jugábamos nosotros era una locura, últimamente con las entradas de las televisiones lo es mucho más. Son cantidades desorbitadas"

Edu Alonso está encantado con la vida que ha elegido llevar tras su retirada del fútbol. "No me quejo. Hago lo que me gusta, estoy muy contento y satisfecho con el camino que hemos elegido ya que sigo ligado al deporte". Un deporte, al menos en el caso del fútbol, que está moviendo unas cifras increíbles que llenan de asombro al exfutbolista de Bilbao. "Si ya cuando jugábamos nosotros era una locura, últimamente con las entradas de las televisiones lo es mucho más". "Son cantidades desorbitadas", añade al respecto. De todos modos, considera que si se dan es porque el "fútbol las genera" y entiende que "el jugador que es el principal protagonista es el que debería llevarse la mayor parte de la tarta". Eso sí, en su opinión ciertas cantidades que se manejan no dejan de "ser una burrada" y por ello considera que "viendo las desigualdades que hay hoy en día, haría falta cierta mesura y levantar un poco el pie del acelerador".

Al menos, como representante de Errea ha podido aportar su granito de arena para dar al fútbol y al deporte un toque solidario en estos tiempos que corren. Edu Alonso y Bolo no se han olvidado de los más desfavorecidos y desde la tienda de material deportivo que tienen en Bilbao han enviado distintas equipaciones a países y equipos con serias dificultades, algo de lo que se sienten muy orgullosos.

La cara amable del deporte. Luz entre tinieblas. Que las hay y más a menudo de lo que la gente cree. Oscuridad y miedo, algo que no suele verse en los titulares de prensa y que este año al menos sí que ha salido a la palestra, tras los casos de ansiedad y estrés que han sufrido grandes estrellas del deporte como la gimnasta estadounidense Simone Biles o más recientemente la nadadora Teresa Perales, algo que en su día también conoció de primera mano el propio Edu Alonso. "En estos Juegos se ha visto a la presión a la que están sometidos los deportistas. Y eso es algo que yo viví. Te creas mayores expectativas de lo que puedes dar y sientes esas crisis. El deportista tiene esos bajones emocionales y eso es algo que está ahí", recuerda de su etapa como futbolista, algo que ya está muy lejano. Casi olvidado.

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Fútbol ya ni en pachangas, sí a la bici y la natación

De hecho, ya no juega ni al fútbol. "Los primeros años tras la retirada sí que echaba unas pachangas con los amigos, pero poco a poco lo fui dejando. Duré tres o cuatro años, pero no más ya que cuando no te rompes, por un lado, te rompes por otro y con cierta edad te tienes que cuidar", explica Edu Alonso, quien eso sí no ha dejado de hacer deporte y se mantiene en forma, pero va a otro ritmo. "Practico natación, algo de bici€ Modalidades que no sean muy agresivas", explica.

"La presión es totalmente diferente. Igual depende de tu forma de ser, pero a mí me afectaban mucho las críticas y eso me creaba mucha tensión"

Eso sí, también recuerda con algo de nostalgia los subidones y la adrenalina que daba el deporte de élite, algo que no tiene ahora en su nueva vida laboral. "La presión es totalmente diferente. Igual depende de tu forma de ser, pero a mí me afectaban mucho las críticas y eso me creaba mucha tensión. Al menos, las satisfacciones por haber hecho bien tu trabajo es algo que no lo encuentras en otros aspectos de la vida". Los subidones de los éxitos deportivos. "Es que, tanto para lo bueno como para lo malo, las vivencias son más a flor de piel", resume.

Vivencias como para escribir un libro. Y es que a Edu Alonso durante su etapa como futbolista le ha tocado vivir de todo. Ascensos, descensos agónicos tras un gol en el último minuto de Coromina con el Espanyol, quedarse sin vacaciones durante la época de Antón para que se rebajara el sueldo, las siempre inoportunas lesiones, la ya relatada situación vivida de su despedida del fútbol activo con Zárate y la etapa con Dimitry Piterman, que merece un capítulo aparte. "Buff, aquello fue€", resopla cuando se le viene a la cabeza la época que tuvo que vivir bajo las órdenes del mandatario ucraniano.

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La vida junto a Piterman era un disparate

"Si eres un chaval que acaba de aterrizar y no sabes de que va esto, pues bueno igual no te descoloca tanto, pero es que fue lo más extraño que me ha tocado vivir", rememora. Anécdotas tienen los jugadores de esa plantilla mil. De hecho, alguno tal y como desvela el propio Edu Alonso "las iban apuntando". "Daría para escribir un libro". Y es que, el vizcaíno no se ha encontrado en otra igual en su vida. "Es que un personaje de este palo, no hay nada parecido ni en el fútbol, ni en ninguna otra cosa", precisa.

No sólo eran esas charlas maratonianas antes de los entrenamientos, ni sus descabellados planteamientos. La vida junto a Piterman era un disparate sin fin que encima devoraba entrenador tras entrenador, pese a ser él, el que hacía y deshacía a su antojo. "Si no tuvimos nueve entrenadores en tres años€", trata de recordar Alonso, sobre la cifra de técnicos que estuvieron durante el trienio negro. Sin embargo, lo más desagradable de todo, tal y como desvela el exjugador alavesista, era aguantar su prepotencia y sin lugar a dudas, el peor episodio que les tocó vivir fue el de Lluís Carreras cuando fue gravemente insultado por Piterman y ahí la plantilla se plantó y dijo basta. "Fue muy desagradable".

A estas alturas ya ha pasado página de la época más oscura y negra de la entidad albiazul. Ahora el que fuera jugador del Athletic, Eibar, Salamanca, Las Palmas y Deportivo Alavés ve los toros desde la barrera. Sigue con preocupación los avatares del conjunto albiazul y sufre desde la distancia. "Vivo en Bilbao y el Athletic ha sido siempre mi equipo toda la vida, pero eso no quita para seguir al Alavés y pasarlo mal durante estos años que tuvo de penurias. Al menos ahora está ahí peleando de nuevo en Primera. Nuestro sitio es ese, luchar por seguir entre los grandes y ojalá lo consiga y además el equipo pueda reencontrarse con su afición", anhela.

El también desea reencontrarse con el fútbol en directo y poder ir a San Mamés con su familia a ver al Athletic. Ese es uno de los hobbies que tiene Edu Alonso, junto con el de ir al cine. "Llevo una vida tranquila", explica. Como reconoce tan poco le da para mucho más entre el trabajo y atender a su familia. Casado con Cristina, la mujer de "su vida" y su pareja desde hace 30 años, el exfutbolista tiene dos hijos adolescentes, Alejandro de 17 años y Álvaro de 16 y la pequeña, Susana de 8, a los que dedica la mayor parte de su tiempo libre. "Hay que llevarles a los partidos y eso que los mayores ya funcionan casi solos, pero la pequeña demanda mucho".

Jávea y Laredo, sus paraísos para desconectar de la rutina

Además, cuando pueden hacen alguna escapadita o algún viaje para desconectar. Eso sí, Viajes tranquilos y sin sobresaltos como explica el propio Edu Alonso. "No soy de liarme la manta y coger la mochila. A mí me gusta playa, piscina y refresco". De hecho, sus vacaciones en agosto son así cada año desde hace ya bastante tiempo. El exfutbolista se desplaza junto a su familia hasta la localidad alicantina de Jávea donde disfrutan de la tranquilidad durante quince días y puede "desconectar" de la rutina del día a día. Además, otro de sus lugares predilectos es Laredo, su lugar de veraneo en la adolescencia y dónde acude de vez en cuando para revivir esas aventuras con su cuadrilla de entonces.

Pequeños oasis de la rutina del día a día. Una rutina que en este último año y medio se ha visto alterada por la pandemia del coronavirus, algo a lo que no ha sido ajeno Edu Alonso ni su familia. El representante de Errea reconoce que pese a no sufrir ninguna pérdida cercana por el covid sí que han vivido "momentos muy duros". Edu Alonso lamenta que todas las enseñanzas que parecía que nos iba a taer esta situación con el paso del tiempo han caído en saco roto. "En un principio íbamos con el discurso de que íbamos a ser mejor personas, pero no sé sí ha sido así".

Al menos, sigue con su visión optimista de la vida y busca el lado positivo de esta complicada situación. "Ojalá lo hubiéramos podido evitar y habernos ahorrado tantos miedos e incertidumbres. Pero al menos hemos aprendido a levantarnos", se felicita Edu Alonso quien concluye con un mensaje de esperanza. "Por fortuna ya vamos viendo la luz al final del túnel".