Ernesto de Hannover, ex pareja de la princesa Carolina de Mónaco, fue sentenciado el pasado marzo por los cargos de agresión verbal y física, tras romper los cristales del edifico Fundación del duque de Cumberland y amenazar a los empleados. No obstante, el juez le propuso reducir su condena a 10 meses de libertad condicional siempre y cuando se comprometiese a superar sus adición a la bebida.

Por ello, el mes pasado el príncipe ingresó en la clínica Vivamayr, un resort de lujo en la zona de Altaussee (Austria). Aun así, la estancia no ha sido muy duradera.

Desde le programa 'Viva la vida', emitieron unas imágenes donde se muestra a Ernesto bebiendo unas cervezas en un chiringuito en compañía de sus amigos.

A pesar de ello, con este acto no se vulnera ninguna parte del trato judicial. Aunque debe cumplir con la rehabilitación, el ingreso en el resort fue voluntario y, por ende, el aristócrata posee libertad para entrar y salir de la clínica.

PRIMERA ESCAPADA

Sin embargo, parece ser que esta no fue la primera escapada de Ernesto de Hannover. La revista alemana Bunte afirmó que al segundo día de comenzar el tratamiento en la clínica, el príncipe ya había salido del recinto para visitar hoteles cercanos donde tomarse unas cervezas.

La misma revista también informó de que, posteriormente, Ernesto regresó a la clínica recuperando su terapia que consistía en levantarse a las 6:30 de la mañana para seguir con el tratamiento.

Ernesto de Hannover junto a su ex pareja Carolina de Mónaco, Efe

EN 2020 INGRESÓ EN UN CENTRO PSIQUIÁTRICO POR UN INCIDENTE CON LA POLICÍA

Desde 2005 su adición ya le acarreó problemas de salud, pero no fue hasta el pasado año cuando también mostró signos de violencia.

En julio de 2020 el príncipe llamó a la policía asegurando que habían intentado asesinarle y que se encontraba en una zanja. Según los informes policiales, cuando los agentes llegaron lo encontraron en el pabellón de caza y aseguraron que el príncipe había "amenazado a los oficiales con un afiliado cuchillo de 30 centímetros".

Tras un forcejeo, la policía lo derribó y, a raíz de este acontecimiento, fue ingresado en un centro psiquiátrico durante un par de días.

La versión de Ernesto fue opuesta a lo ocurrido. En una entrevista con el diario austriaco Kronen Zeitung, afirmó que "tenía un hipoglucemia, así que llamé a emergencias"."Creo que estaban borrachos, al menos me dieron la impresión. Luego me encadenaron a una ambulancia. No me dejaron salir por cinco horas", continuó relatando al diario.

El aristócrata alemán se casó con la princesa Carolina de Mónaco en enero de 1999 en el palacio de Montecarlo. Tras años de matrimonio, la pareja decidió separarse, aunque nunca han llegado a divorciarse legalmente.