Palomares, si tiene que elegir un compositor que le impresione y le emocione, no tiene ninguna duda: "Beethoven es un músico que no te va a fallar", y asegura querer sacarse una espina que tiene bien clavada: actuar en el Teatro Real de Madrid. "He estado en grandes teatros, pero me falta ese y me haría mucha ilusión", asegura.

Ha compuesto usted la música de Palabra para un fin del mundo, una película documental sobre Miguel de Unamuno que se puede ver en plataformas.

Es una música que se compuso después de largas conversaciones con Manuel Menchón, el director. No queríamos poner la típica música de un documental, no queríamos que solo fuera un acompañamiento. Y yo tenía muy clara la importancia del personaje, Miguel de Unamuno, y de lo que se iba a contar.

La historia de Unamuno y sus últimos días se ha narrado muchas veces€

Sí, pero Manuel no quería caer en algo lacrimoso o manipulador. Él había investigado mucho y sabía que la música puede llegar a ser muy manipuladora.

¿En serio que puede llegar a manipular?

Por supuesto. La música, en muchos aspectos, puede manipular. Nosotros necesitábamos algo que definiera a Miguel de Unamuno musicalmente y que fuera un nexo de su relación con España y con todo lo que estaba ocurriendo. Él era un prisionero y la música se desarrolló como si fuera una prisionera en sí misma, pero a la vez tiene un carácter reflexivo y profundo, como era él.

¿Hay muchas variaciones a la hora de escribir música según los formatos audiovisuales?

Las diferencias las marcan las historias, y yo escribo música en clave de historias. En el momento en el que sé qué historia quiere contar un director me es mucho más fácil componer. Entre un documental y una película o serie sí que puede haber diferencias. En la ficción tengo un margen mayor para hacer fantasía y explicar la música a un nivel emocional. En este documental era todo lo contrario, queríamos ser muy respetuosos con el tema y no caer en excesivas explicaciones a través de la música y que ésta quedase en un segundo plano. Queríamos ser muy respetuosos y muy cautos para no caer en el exceso de las explicaciones, y hay algo que no se puede explicar: los horrores de la guerra.

"La música desde luego que puede contar en paralelo una historia"

¿Cree que la música puede sustituir a la palabra en una película o en una serie?

Totalmente. Me gusta trabajar como lo hacen los actores, y de hecho tengo formación actoral. Por poner un ejemplo, una película o una serie pueden ser muy divertidas, aunque en el fondo hablen de la soledad o de una pérdida. La música, si se coloca en un plano secundario, muchas veces le da un toque más interesante a la historia que se está contando que si se está poniendo en primer lugar y es más obvia.

¿La música es un refugio para contar las historias en paralelo?

Sí. Puede ser un telón de fondo a un diálogo o puede operar por sí misma. La música tiene la capacidad de decir cosas que no dicen ni el guion ni los actores. La música desde luego que puede contar en paralelo una historia.

¿Qué instrumento es el que mejor le va a Unamuno?

Sin duda alguna, el piano roto.

¿El piano roto?

En esta película hicimos muchas pruebas instrumentales y le va un texto musical híbrido, varias grabaciones de piano. Unamuno era un ser con una vida única y no podíamos utilizar el sonido de un piano normal. Teníamos que utilizar un piano envejecido, a punto de romperse, pero con un tono y un timbre muy particulares. Buscábamos un instrumento que le definiera como hombre y que definiera la situación en la que se podía encontrar en el momento en el que lo aborda este documental.

¿Cuánto tiempo lleva usted dedicado al mundo de la música?

Como la mayoría de los colegas, empecé de niño, pero quizá no me di cuenta de que quería ser músico hasta los 20 años. A partir de ahí, me decidí a estudiar composición y dirección de orquesta. Llevo unos 25 años dentro de un universo que es complicado, luminoso, maravilloso y lleno de vida.

Se le ve entusiasmado€

La música no tiene vida si quien la hace no siente pasión por ella, sin la pasión de quien la ha hecho. Puede ser una música perfecta, técnicamente irreprochable, pero necesita esa otra nota que es imprescindible para mí, la pasión.

¿Cuál es su instrumento?

El piano, pero también he estudiado chelo y percusión. Como director de orquesta uno tiene la necesidad de conocer la capacidad expresiva y técnica de cada uno de los instrumentos que forman parte de ella, pero mi formación principal es el piano.

¿En qué lugar se siente más cómodo, en la composición o en la dirección?

Son compatibles. No siempre puedo dirigir mi música, sobre todo por falta de tiempo. Una cosa es componer la música, pero luego hay que darle vida, y eso es lo que hago cuando la interpreta una orquesta dirigida por alguien que no siempre puedo ser yo. Pero cuando la dirijo la disfruto mucho, y no solo porque me permite su ejecución, que es importante, sino también porque me permite darle la plasticidad que he pensado en el momento de su composición. Por lo tanto, para mí composición y dirección pueden llegar a ser realidades inseparables.

Se ha especializado en poner música a documentales televisivos.

Sí, y además han sido muy enriquecedores. He hecho documentales muy diferentes: viajes, sociales, de denuncia política€ También he hecho ficción para cine, pero mis inicios los centro en el mundo de la televisión.

Las bandas sonoras son consideradas muchas veces algo secundario a la hora de abordar una historia audiovisual.

¿Tiene vías para conseguir la música ese reconocimiento que la sitúe a niveles de mayor visibilidad?

Sí que hay sectores del público que consideran la música como un elemento secundario en una historia, pero hay otros que le dan muchísima importancia. Pasa lo mismo con los profesionales del cine o la televisión, y aunque la mayoría valora mucho una banda sonora, hay quien sabe aprovechar mejor su poder de comunicación. Me gusta trabajar con directores y poner en sus manos la posibilidad de que comprueben el poder de la música, y luego serán ellos los que decidan la capacidad que tiene una banda sonora para contar una historia.

Hay un tópico que dice que la música amansa a las fieras.

La música puede ser muchas cosas en una y cada persona la percibirá de una forma u otra. Donde tú escuchas una música balsámica, otros pueden oír sonidos de aventuras, de guerra€ La música la interpretamos, como oyentes, por estados de ánimo.

"Siempre he pensado que hacer una película es un milagro"

Cuando hablamos de compositores de cine, todos tenemos un nombre en la punta de la lengua€

Morricone. Él fue uno de los mayores compositores de cine. Es uno de los mejores, si no el mejor, y una referencia para la mayoría de nosotros. Fue alguien que tenía una gran capacidad para sensibilizar y emocionar, pero nunca dejó de experimentar.

En televisión le queda por estrenar la música de la serie La templanza

Se estrenará a lo largo de 2021. Es una serie que se ha hecho para Amazon, una historia muy especial basada en la novela de María Dueñas. Es de época, pero la hemos tratado de diferente manera y he ido a la experimentación con la música. También tengo entre manos otra ficción, La cocinera de Castamar. Y hay otro proyecto, una película sobre el mundo del ballet clásico de la que no puedo decir el título.

Dicen que el mundo del audiovisual tiene muchos altibajos, ¿les influyen también a los músicos?

Siempre he pensado que hacer una película es un milagro. Tienen que ocurrir y coincidir muchas circunstancias para que suceda. Sí que puede afectarnos, pero en una película hay muchos actores y un solo compositor. Como ves, es difícil para nosotros este mundo, y hay momentos en los que no te da tiempo y otros en los que vas más holgado y puedes abordar los proyectos con un mayor detenimiento.

¿Se vive bien de la música?

Yo vivo de la música; lo de bien o mal va a depender de tus expectativas. Mi trabajo no es solo componer para cine o televisión, hay otras muchas cosas: interpretar, dirigir, dar clases... Hay muchas vías para un profesional de la música y no todas tienen que ir por la composición. No me puedo quejar, llevo una buena temporada desde que me nominaron a los Goya por En las estrellas.

PersonalEdad

: 43 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Trayectoria: Su instrumento es el piano y ha estudiado Composición y Dirección de Orquesta. Como compositor, ha firmado la música de diversos largos y cortometrajes, series de televisión y más de cuarenta documentales. Su trabajo se ha difundido en 130 países a través de National Geographic y Discovery Channel. Recientemente ha compuesto la banda sonora de Palabra para un fin del mundo. Ha puesto su sello a La Templanza y La cocinera de Castamar.