Pau Donés, el de La flaca, era un buen cantante más. Un tipo guapo, interesante, alternativo (con pasta), y talentoso que animó con música de calidad nuestro verano de 1997. Entre el Tic, Tic Tac y el Love & respect, de Supa T & The Party Animals, exprimida hasta la saciedad gracias a una conocida marca de cervezas. Pero el de Montanuy, Huesca, y su Jarabedepalo, habían venido para quedarse. Y años después lo demostró dándonos, además, una lección de humildad, cuando Pau comunicó a sus fans y seguidores, allá por 2015, que padecía cáncer de colon que finalmente se lo ha llevado.

20

Pau Donés, una vida dedicada a la música

Porque tras el impacto inicial que causó la noticia médica, la persona tras el artista se convirtió en referente indiscutible en la lucha contra la enfermedad, en ese guerrero, aunque odiaba dicha expresión, que ha inspirado a decenas de personas. Aunque al final haya perdido la batalla. El cantante siempre ha hablado sin reparos del cáncer, de esa enfermedad con la que tuvo "que convivir", que provocaba "miedo y rechazo", pero que intentó "desmitificar al monstruo porque no es tanto". A la postre, por desgracia, sí que lo fue.

Su último tema, Eso que tú me das, ha sido su sentida manera de dar las gracias por todo. Una canción, anticipo de su próximo disco (Tragas o escupes), que despierta emociones contrapuestas y que se revela ahora como un legado impagable, un resumen de lucha, de carácter y de humanidad. Con alegría, por el ritmo acompasado y optimista; y melancolía (e incluso morriña), como queriendo expresar que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Bien lo afirmaba el propio vocalista en un comunicado que hizo público hace un par de semanas: "Eso que tú me das es la manera que tengo de agradeceros la generosidad que habéis demostrado conmigo, y que siempre ha sido mucho más de la que realmente he merecido. Vuelvo hoy mientras el cuerpo aguante, vuelvo hoy por mi gente, vuelvo y aquí pienso quedarme para siempre". Esto es eso que Pau nos da. Descanse en paz un gran artista y una buena persona. Ese guerrero que nunca quiso serlo.