La pandemia ha supuesto un antes y un después en la forma de consumo y en el de las ventas. La limitación de movilidad y/o de actividad, tanto a nivel local como global, la desaparición del turismo y el cierre de la hostelería cerrada, ha tenido un impacto directo en muchos de sectores y el mundo del vino no es ajeno a estas circunstancias. Ante estas circunstancias, las bodegas de Rioja Alavesa han echado mano de la imaginación y han acelerado procesos de digitalización para abrir nuevos canales de venta y conectar con un público que ahora tiene más complicado acercarse de manera presencial a la comarca. Tiendas online, ya sean propias o en marketplace, redes sociales activas y dinámicas que generan marca y negocio, contenidos divulgativos y acciones de relaciones públicas, seguras, online y en streaming son acciones para dinamizar el sector vinícola en tiempos de pandemia.

Bodegas Valdemar. Catas virtuales

Hacía tiempo que por las cabezas de los/as responsables de la Bodega Valdemar había iniciativas para acercarse a aquellas personas que no podían desplazarse a Oyón a conocerles y degustar su producto. Habían hecho alguna experiencia esporádica online y con el confinamiento de marzo decidieron ponerse las pilas con la digitalización y ampliar sus momentos Valdemar al mundo virtual. De la mano del Basque Culinary Center, lanzaron sus experiencias online, con las que, quien adquiera alguno de sus productos, puede disfrutar en su casa, solo o en compañía, en inglés o castellano, de cursos intensivos de cocina y maridaje, webinars y catas sensoriales virtuales.

Que la actriz Paula Echevarría hiciese uso de este servicio fue un espaldarazo al proyecto que está respondiendo a las expectativas de la empresa. "Quien compra una de estas experiencias recibe la selección de vinos, y lo que le acompañe en su casa y el link a través del que se puede conectar para llevarlo a cabo en la fecha y hora establecida", explica Marisa Alonso, responsable de enoturismo y eventos de la Bodega.

"Cada vez estamos recibiendo más solicitudes de amigos o empresas que organizan una experiencia para un colectivo cuando ellos quieren. En vez de cenas de empresa, hacen catas con maridaje de quesos, por ejemplo, que todos/as hacen al mismo tiempo de manera virtual", añade. Incluso han organizado para el 13 de diciembre una cata virtual benéfica para recaudar fondos que donarán a Cruz Roja.

Bodegas Amador García. Internacionalización a distancia

Que un vino de Baños de Ebro se pueda degustar en Japón es una tarea complicada para una bodeda familiar y pequeña como lo son la mayoría de las de Rioja Alavesa. Por eso, cuando las instituciones ponen en marcha iniciativas como Álava Interkoop, con la que la Diputación Foral de Álava promueve acciones para la realización de proyectos y/o acciones encaminadas a la cooperación en los procesos de internacionalización, algunas bodegas ven una oportunidad.

Es el caso de la Bodega Amador García, que desde hace varios años se ha unido a las misiones comerciales promovidas por la Cámara de Comercio de Álava que le han permitido mostrar sus caldos en Japón, Estados Unidos, Polonia, Bélgica, Dinamarca, Marruecos y Alemania, entre otros lugares. Viajes en los que pequeñas ferias, catas y reuniones con importadores han abierto mercados para esta bodega "que de otra manera hubiese sido complicado conquistar", explica su export manager, Íñigo García.

Y aunque el coivd dificulta la movilidad, las relaciones internacionales siguen sucediéndose. El día 10 y el 15, a Íñigo García le tocará ponerse a las 6.30 delante del ordenador para conectar con Shangai y Taipei y enseñar sus vinos a 12 importadores, de los 30 contactados por la Cámara de Álava, que han mostrado interés en la bodega y que previamente han recibido el producto. "No es lo mismo que el contacto en persona, pero sigue siendo una magnífica opción", valora.

Bodegas Loli Casado. Pedagogía del vino

Tomarte un vino mientras aprendes los múltiples factores que acompañan al desarrollo de la viña jugando con unas cartas, es ya una opción al alcance de quien realice un pedido en la Bodega Loli Casado de, como mínimo, 45€. Loli y Asier, madre e hijo, son los responsables de esta original baraja de 54 cartas, apto para todos los públicos , que tiene el objetivo de "que los jugadores se metan en el papel del viticultor", explican.

En el juego aparecen tres tipos de uva con los que en la bodega de Lapuebla de Labarca hace sus vinos (graciano, tempranillo y viura), factores perjudiciales como el granizo o enfermedades, que hacen perder el turno, y otros beneficiosos, como la acción de algunos animales, que ayudarán en el desarrollo de la partida. "Hemos hecho 500 ejemplares y la gente está mostrando interés", explica Loli Casado que considera que "enseñar que el vino y el viñedo requiere un proceso que sucede todo el año ayuda a conectar con quien consume".