Los investigadores del estado de Nuevo México (EE.UU.) iniciaron este martes el registro de la empresa que suministró la munición y las armas para el rodaje del filme "Rust", en el que el actor Alec Baldwin mató de un disparo accidental a la directora de fotografía Halyna Hutchins.

Según la prensa local, la policía trata de averiguar el origen exacto de la munición que entregó la empresa PDQ Arm & Prop LLC, una compañía con sede en Albuquerque y cuyo dueño, Seth Kenny, dijo a las autoridades que recordaba haber visto una cargamento que "le llamó la atención" porque estaba etiquetado de manera inusual.

El propietario del negocio había trabajado anteriormente con el padre de Hannah Gutierrez Reed, la joven de 24 años contratada como armera de la producción de Baldwin.

En otra versión de los hechos, Thell Reed, el padre de la joven y armero desde hace décadas, mencionó que este verano durante otro rodaje pidió a Kenny balas reales para que los actores practicaran tiro, pero luego devolvió la munición sobrante y nunca supo más de la misma.

De acuerdo con su declaración, Reed entregó unas 200-300 balas en una caja que nunca recuperó.

DEMANDAS CONTRA BALDWIN

Este giro en la investigación llega dos semanas después de que la supervisora del guión de la película, Mamie Mitchell, y el jefe de iluminación, Serge Svetnoy, presentaran demandas contra Baldwin y otros miembros de la producción por poner en riesgo la seguridad de los empleados.

Mientras avanzan las pesquisas oficiales se han ido conociendo más detalles del accidente, como que el asistente de dirección de la cinta, David Halls, quien entregó la pistola a Baldwin, fue despedido de otro rodaje en 2019 por un incidente similar aunque, por fortuna, nadie fue herido entonces.

Halls reconoció que en "Rust" no revisó el arma que le entregó a Baldwin antes de ensayar la escena porque estaba convencido de que contenía balas de mentira.

PRECARIDAD EN EL RODAJE

Las declaraciones de miembros del equipo que trabajaban en el rodaje de "Rust" describen un ambiente de trabajo precario en el que las protestas se amontonaban y por el que dimitieron media docena de empleados el mismo día del accidente.

Por su parte, el Sheriff de la localidad Santa Fe, Adan Mendoza, dijo el mes pasado que había encontrado unos 500 cartuchos de munición en el estudio, entre los que había una mezcla de "cartuchos de fogueo, balas falsas y balas verdaderas".