Está considerada, por encima del paso de los años, una de las mujeres más atractivas en los mundos de la canción y la interpretación. Su carrera ha sido imparable desde que era una niña. Con 13 años ya protagonizó la película Zampo y yo. Su nombre artístico, Ana Belén, viene del personaje que interpretó ahí. Esta primera experiencia fracasó comercialmente, pero muchos profesionales del momento se fijaron en ella.

Miguel Narros le aconsejó que estudiara Interpretación. A los 15 años debutó en el teatro y a partir de títulos como El rey Lear o Don Juan Tenorio su prestigio subió como la espuma. Siguió combinando su doble vida de actriz y cantante, conoció a Víctor Manuel y ambos dicen que el flechazo fue instantáneo. Se casaron en Gibraltar y llevan juntos más de 50 años. Aseguran estar muy unidos, entre ellos y con el pensamiento de izquierdas; de hecho, se afiliaron al PCE en 1974.

El cine, la televisión y el teatro han entrado y salido de la vida de Ana Belén en múltiples ocasiones, aunque sea el escenario lo que más le motiva. De hecho, el próximo mes estrenará en Bilbao la obra Eva contra Eva, versión de Eva al desnudo. En televisión sus comienzos tuvieron mucho que ver con textos teatrales. Cabe destacar La pequeña Dorrit, una interpretación que siendo muy joven le dio gran fama. Pero si un producto televisivo le ha dado visibilidad ese fue Fortunata y Jacinta en 1980. La serie, que se repuso el año pasado, sigue teniendo mucho tirón entre los espectadores y los amantes de historias de época.

La actriz y cantante se despegó de la televisión y siguió su carrera cantando e interpretando en cine y en teatro. Casi 20 años después de Fortunata y Jacinta volvió a enfrentarse a las cámaras de la pequeña pantalla con una nueva serie, basada en una adaptación de la protagonista de los libros de Alicia Giménez Bartlett, Petra Delicado. No tuvo mucho éxito y solo aguantó en Tele5 una temporada.

Posteriormente participó en producciones como Cheers u Hospital Central, aunque a modo de colaboración. En 2017 volvió a enfrentarse a un papel protagonista en Traición, y desde entonces está fuera de cámara. En cine ha llevado una vida profesional mucho más activa y ha participado en los dos últimos años en La reina de España y La piedad. Sigue, eso sí, al pie del cañón en el mundo teatral. En 2018, llevó al escenario El faro, de Luis García Montero y este 2021 regresa con Eva contra Eva.