Toñi Moreno es una presentadora controvertida, y muy a su pesar. Su llegada a La 1 desde Canal Sur no fue bien recibida y pronto generó polémica por actitudes condescendientes y lo que se consideró explotación de la desgracia ajena en Entre todos. Pasó a Antena 3 con El árbol de tu vida y dejó esta cadena para firmar con Mediaset ante la sorpresa de Atresmedia. En Telecinco se hizo cargo de la franja horaria del fin de semana que hasta su llegada ocupaba María Teresa Campos. Su programa Viva la vida iba bien hasta que el equipo de Vasile decidió que ella y Emma García se intercambiaran los programas y acabó presentando Mujeres y hombres y viceversa. Anunció su embarazo, una noticia que pilló por sorpresa al personal, tuvo a su hija en enero de 2020 y tras la pandemia quedó aparcada y fue sustituida por Jesús Vázquez. Ahora se siente en el banquillo laboral, aunque colabora puntualmente con este grupo televisivo, escribe una entrevista semanal en una revista y mantiene su programa en Canal Sur, Gente maravillosa. Acaba de publicar un libro sobre la maternidad después de los 40 donde comenta cómo fue el proceso de su embarazo, por inseminación artificial, y como se desarrolló.

Madre pasados los 40, una decisión un poco arriesgada y valiente, ¿no le parece?

Y muy bien pasados esos 40. Como todas las decisiones gordas en la vida, fue tomada con el corazón. Pienso que esas decisiones que te van a cambiar la vida, que te van a marcar, no se pueden tomar con la cabeza, sino con el corazón, y si te equivocas, siempre vas a poder decir: Fue lo que sentí en ese momento. Pero no es mi caso.

¿Una decisión postergada?

Ha sido la vida la que me ha ido llevando hasta que de repente te encuentras con 45 años y piensas: Este es mi último tren. O me subo o no hay tren. Siempre he querido ser madre, lo sé desde que tuve uso de razón.

¿Y por qué no antes de una edad que se considera especialmente peligrosa?

Por la misma razón que tienen y que han tenido siempre muchas mujeres, una razón exclusivamente laboral. Tengo un trabajo que es muy inestable y nunca veía el momento. Cuando tenía un programa que funcionaba y mi situación económica estaba bien, tenía miedo a perder el trabajo si me quedaba embarazada. Nunca era el momento. Cuando me quedaba sin trabajo, tampoco era el momento. Y así fueron pasando los años y me planté en los 45, aunque estuve a punto de quedarme embarazada a los 35.

¿Y descubrió que no era el momento?

No, no fue eso, todo lo contrario. Creé un formato para quedarme embarazada. Era un programa que se llamaba El sentido de la vida, que llegamos a venderlo a Cuatro. Empezamos a contratar al equipo y a grabar historias. Incluso hay una inseminación mía grabada, pero en ese momento no conseguí quedarme embarazada y eso me produjo semejante nivel de estrés que lo aparqué todo y le dije al productor: Te regalo el formato, hazlo con otra persona porque yo no me siento capaz.

¿No tuvo miedo cuando lo intentó diez años después?

Lo hice de otra manera y me lo planteé de una forma mental distinta. Me quité presión y pensé que si lo conseguía, bien. y si no, sería igual de feliz. Al final, Lola vino y aquí la tengo, conmigo. Soy muy feliz.

¿Una travesía difícil?

Sí, lo ha sido. Mucho más difícil que como me habían contado que era este proceso. Por eso he escrito este libro. Siempre digo que cada uno cuenta la vaina como le va. Me siento a hablar con Ana Rosa (Quintana) y me dice: ¡Si yo tuve un embarazo estupendo! Ella tuvo dos niños con 49 años y yo me quito el sombrero ante ella. Pero en mi caso, durante el proceso lo he pasado mal: tuve dos abortos, el embarazo fue muy incómodo... He pasado todo lo que pone en Google.

Pero todo acaba en nueve meses, ¿no?

Eso pensaba yo: Gracias a Dios, esto se acaba ya. Pero el posparto es durísimo, sobre todo si no has sido deportista, porque tu cuerpo te pasa factura. Han pasado más de once meses y estoy luchando por reconocer mi cuerpo. Son cosas que nadie te cuenta. Nadie te habla de la depresión posparto.

"Buscar la perfección es convertirte en alguien enfermo"

¿Es de esas madres que buscan ser la perfección andando?

No, para nada. Buscar la perfección es convertirte en alguien enfermo. Sé que voy a cometer muchos errores como madre, pero creo que como los tiene todo el mundo. Voy a trabajar todo lo que pueda para que mi niña sea feliz, como todos los padres. En mi casa no había recursos y mis padres pusieron muchísimo amor.

¿Deja tiempo la televisión?

Antes aceptaba todos los trabajos y ahora solo los que me permitan vivir. Todos los trabajos son difíciles para una conciliación. Habla con cualquier mujer, incluso con las funcionarias. Es algo que aún tiene pendiente este país: la conciliación familiar. Es imposible ser madre y ascender en tu trabajo. El día tiene 24 horas. A mí me pusieron verde porque me incorporé en la cuarentena y no disfruté de los cuatro meses de permiso maternal.

Supongo que las circunstancias son distintas...

Claro, pero no toda la gente lo ve. Me alegro mucho de las mujeres que pueden disfrutar de ese tiempo, pero yo soy autónoma y monoparental, ese permiso es un derecho y quien puede lo coge, porque quererlo lo queremos todas. He tenido que dejar mi casa de Madrid. Antes tenía una chica en casa y lo he tenido que dejar todo porque no facturo lo que facturaba antes, pero no pasa nada, me adapto a todo lo que venga.

¿Cómo está su situación laboral?

Depende por dónde la mires. Estoy haciendo un prime time en Canal Sur y encantada de la vida. También hago entrevistas para una revista semanal, sigo mis colaboraciones con Mediaset y estoy esperando que me saquen a jugar, porque ahora mismo estoy en el banquillo, igual que lo están otros compañeros. Es la situación que me está tocando vivir. No facturo igual que antes, pero no voy a quejarme. Tengo a Lola y ella es lo más importante de mi vida.

Su vida profesional sigue siendo intensa...

No me puedo quejar de mi trayectoria, pero voy a decir una cosa que dice Raphael, el cantante, a quien entrevisté hace unas semanas: ¡P'adelante! Él nunca se entretiene en el pasado y yo pienso lo mismo: ¿Y mañana qué? Si estás pensando en lo que te queda por hacer no te entretienes en la nostalgia, en lo que hiciste y que posiblemente no vuelvas a hacer. Hay que mirar de frente a lo que viene y no a lo que dejaste atrás. Él tiene esa filosofía de vida y se la voy a copiar.

¿Se vive mejor en Andalucía que en Madrid?

Estoy muy cerca de los míos. Andalucía es mi tierra, aunque sería ingrata si no dijera nada de Madrid, porque me ha dado mucho, pero Málaga, Sevilla y Cádiz son mi casa.

Hace años que trabaja en Madrid, pero no ha roto el cordón umbilical con Canal Sur.

Nunca. Sería una desagradecida si lo hiciera y Toñi Moreno, desagradecida, nunca. Me encanta trabajar con los míos y Canal Sur es mi casa. Es donde me he formado, donde he trabajado muy a gusto y donde me siento muy bien.

¿Qué es lo que le llevó a la televisión? ¿Era esto con lo que soñaba?

Siempre he soñado con poder vivir de esto y pensaba que conseguirlo iba a ser un verdadero milagro, pero a lo tonto llevo 17 años viviendo de un trabajo que me apasiona. Me apasiona entrevistar, me apasiona la actualidad, siento escalofríos de placer ante una persona que me pueda contar su vida o ante un artista al que admiras.

¿Fueron duros los comienzos?

Como todos. Aunque te guste lo que hagas, empezar siempre es difícil.