Josep María Pou tenía su vocación muy clara desde los 17 años: ser periodista. Casi seis décadas después, sigue insistiendo en ella y diciendo que la interpretación es tan solo un oficio, aunque un oficio con el que lleva subido 50 años a los escenarios y que no piensa abandonar, por mucho que los periodistas le pregunten por su jubilación. Sus casi dos metros de altura le confieren una presencia imponente que sabe aprovechar muy bien en todos sus personajes.

Empezó en el teatro tras acabar sus estudios y desde 1970 no se ha bajado del escenario. Ha combinado este medio con el cine y la televisión, y ya antes de la llegada de las privadas, fue un habitual de TVE con varios Estudio 1 y producciones de textos clásicos. Pero la imagen que muchos telespectadores recuerdan es la de Hugo Ferraz, el inspector jefe de la serie Policías, de Antena 3. Eso ocurrió hace veinte años y fue su papel más destacado.

Estaba feliz en esa historia policial y destacaba que se notaba la calidad en que la mayoría de los actores que trabajaban en ella provenían del mundo del teatro. Colaboró ocasionalmente con otras series, como Águila Roja, y la última vez que se puso delante de las cámaras televisivas fue en La catedral del Mar. A lo largo de su vida profesional se suceden las pasiones, que no solo pasan por estar en un escenario o delante de los focos del cine o la televisión. Durante quince años deleitó a los oyentes de Radio Nacional con La calle 42, un espacio que ponía en valor un género olvidado en aquellos momentos y hoy recuperado, el teatro musical.

Ha colaborado en muchas ocasiones con la radio, el medio que en su adolescencia le hizo querer ser periodista. Sus trabajos más recientes en cine le llegaron de la mano de la mano de Rodrigo Sorogoyen con El reino y de Julio Medem con El árbol de la sangre. Siempre ha dicho que el cine y la televisión le han dado muchas alegrías, pero que donde realmente se siente feliz es subido a un escenario, y eso es lo que ha hecho principalmente en los últimos años.

Los inicios de la actual pandemia le pillaron convertido en Cicerón, una obra que le ha reportado muchas satisfacciones, y tras aparcar todas las representaciones por el confinamiento ahora está inmerso en otra producción, Justicia, también víctima del coronavirus. Su trabajo ha sido reconocido en muchas ocasiones y acumula tanto nominaciones como premios. Está considerado como uno de los mejores actores de la escena es pañola , aunque él asegura, con mucho sentido del humor, que la edad también cuenta a la hora de calibrar la calidad.