Tiene 13 años y lleva estudiando canto desde los siete. “Había intentado otras dos veces más ir a La voz. Esta era la tercera, todo el mundo dice que a la tercera va la vencida y es verdad”, afirma. Irene Gil está pletórica, porque ha terminado el año como había soñado: ganando un programa en el que quería participar desde hace tiempo.

Sus sueños son siempre en clave musical: “Me gustaría ir a Eurovisión junior y también me encantaría participar, cuando sea mayor, en Operación Triunfo. Me gustaría dedicarme a cantar. Lo que me ha pasado es lo que siempre había soñado, pero todos sabemos que lo que sueñas no siempre se cumple”, dice con una madurez asombrosa.

Irene, tinerfeña, reconoce que la idea de participar en los casting fue una idea al alimón de ella y su madre: “La verdad es que no esperaba que me escogieran en las pruebas. Date cuenta de que somos miles de niños los que nos presentamos, así que es muy difícil llamar la atención, porque hay muchos que cantan muy bien. En los castings había un buen nivel, y cuando me dijeron que iba a participar no me lo podía creer”, recuerda. Ella estuvo arropada por David Bisbal y señala que ha sido la experiencia de su vida, una vida que piensa seguir perfeccionando en el mundo del canto y de la música en general.

Sus aficiones están todas relacionadas con el ambiente musical, pero también le gusta leer y ver cine y series de televisión. Está en tercero de la ESO y se considera una buena estudiante: “La verdad es que voy muy bien, no tengo ningún problema con las notas. Me gusta estudiar”, dice.

El premio de La voz kids ha tenido un aliciente económico interesante: 10.000 euros que deben invertirse en mejorar el nivel de la ganadora: “Voy a seguir estudiando canto con mi profesora de siempre. Haber ganado me da muchas facilidades”, comenta contenta.

Irene Gil competía con otros tres jóvenes aspirantes a cantar en un futuro: Dani García, Aysha Bengoetxea y Sofía Esteban. Fue una final muy reñida e Irene no pensó que iba a ganarla. Sobre si tenía alguna preferencia entre sus rivales comentó muy diplomática: “La verdad es que no. Era una final que gané yo, pero que perfectamente la podía haber ganado cualquiera de los otros niños, porque eran muy buenos”.

Como todo artista en ciernes, ella tiene sus cantantes favoritos, aquellos en los que se mira a modo de espejo: Whitney Houston, Christina Aguilera, Rhianna y Lola Índigo, pero si tiene que elegir, aunque le sea difícil, se queda con Houston. Confiesa que el programa estaba grabado desde hace unos meses y que le ha costado guardar el secreto. Vio la final en una pantalla gigante acompañada de amigos y su familia. “Me propuse el reto de guardar el secreto y lo conseguí. Soy muy cabezota y cuando me propuse no decirlo, sabía que lo conseguiría. Soy muy de retos y ahora me gustaría cumplir el que me he propuesto, triunfar en la música”.