- Bélgica ha introducido la figura del compañero de mimos en la legislación excepcional del confinamiento como una excepción permitida dentro de las restricciones de contactos sociales. De este modo, cada persona podrá juntarse con un acompañante que le aporte su dosis de mimos necesaria en tiempos de aislamiento, ya que es una ayuda fundamental para mantener la salud mental de los confinados, argumentó el Gobierno belga. Así lo definió el primer ministro, Alexander De Croo, quien, comunicando el inicio del encierro, explicó: “Nuestro país está en estado de emergencia, en muchos hospitales las capacidades ya están sobrepasadas y para ello debemos revertir la curva. La única respuesta es proteger el sistema de salud y para ello debemos evitar en lo posible cualquier contacto físico”. No obstante, contempla una excepción: “Cada miembro de la familia tiene derecho a un compañero de mimos. Las familias solo deben invitar a uno de ellos a casa a la vez. No se puede recibir otra visita domiciliaria. Hay una excepción para los que viven solos: pueden invitar a otra persona además de su contacto de abrazos, pero no al mismo tiempo”. Algunos países habían introducido medidas similares durante el confinamiento anterior, pero la función del acompañante especial, destinado a quienes vivían solos, se limitaba principalmente a un propósito sexual. En los Países Bajos, de hecho, se habló de seksbuddy, un compañero de cama. Otros países también adoptaron medidas similares. Por ejemplo, en el Reino Unido, inmediatamente después de la fase de los cierres más restrictivos, se introdujo una concesión similar a la que ahora está instituyendo el gobierno belga.