- Ion Aliman ganó en las elecciones municipales de Deveselu, un pequeño pueblo de Rumanía, y en cuanto se proclamó vencedor, sus vecinos fueron a su tumba a ponerle velas. Aliman había arrasado a pesar de haber muerto por las complicaciones de la covid-19 diez días antes de que se celebrasen los comicios. El fallecimiento del alcalde sucedió demasiado tarde para que pudieran cambiarse las papeletas electorales de la pequeña localidad, de poco más de 3.000 habitantes, situada en el sur del país. Para honrar a su admirado alcalde, cientos de vecinos acudieron a las urnas y votaron por él a pesar de todo. Aliman dio positivo en un test de coronavirus el 4 de septiembre y murió 13 días después en un hospital de Bucarest. Los resultados preliminares en la noche electoral mostraron que Aliman había ganado 1.057 de los 1.600 votos depositados. “Esta victoria es tuya” y “haremos que te sientas orgulloso, porque sabemos que desde allí arriba nos estás viendo” son algunos de los comentarios de sus fieles votantes. Aliman era miembro del izquierdista Partido Social-Demócrata (PSD). Dobre, actual vicealcalde, concurrirá ahora al puesto de alcalde en unas nuevas elecciones. Para el periodo de tiempo que transcurra hasta que se elija el nuevo primer edil, los concejales del Consistorio nombrarán a un teniente de alcalde.