- El chef Masanori Sugiura, propietario del restaurante de sushi Imazushi en Anjo, se dedicaba a proveer comida para eventos especiales y grupos. Pero la pandemia afectó al negocio y Sugiura se vio obligado a reducir el número de empleados de 50 a solo cuatro. Cuando otros restaurantes empezaron a ofrecer servicios de entrega, Sugiura decidió diferenciar su negocio usando su cuerpo. Aparte de ser chef, se dedica al culturismo y quedó tercero en un campeonato mundial de culturismo en febrero. Para reactivar la demanda, lanzó el servicio bautizado Delivery Macho. Sugiura ha reclutado a sus amigos que trabajaban en gimnasios para que trabajen como repartidores de sushi, ya que estaban sin trabajo durante la pandemia. La única condición es que los clientes necesitan hacer un pedido mínimo de 7.000 yenes, (unos 56 euros) para obtener dicho servicio. Al momento de la entrega, los hombres se quitan las camisas y posan para los clientes que también pueden solicitar fotografías desde una distancia socialmente segura. La promoción ha sido una sensación en Twitter, y Sugiura recibe hasta 10 pedidos al día con unos ingresos mensuales por el servicio de unos 1,5 millones de yenes (12.000 euros aproximadamente).