El abad Vincent Marville camina junto a los retratos en los bancos de la iglesia de los 400 feligreses que no han podido asistir a la misa que ha sido transmitida por videoconferencia en la Basílica de Neuchâtel, Suiza. La asistencia a actos masivos todavía está prohibida en el país. Foto: Laurent Gillieron (Efe)