- Jon Matson, cartero de 39 años, de West Boldon, Reino Unido, dejó a un lado su uniforme para vestirse cada día con un disfraz para hacer sus entregas diarias. Lo hace para animarse a sí mismo y también a otras personas durante la cuarentena. La crisis del coronavirus y la necesidad de mantener un distanciamiento social han hecho que Jon no pueda seguir entablando conversaciones con los clientes como solía hacer antes, tal y como confesó el hombre a Bored Panda. Este simple hecho sumado a un cambio de rutina en el que tampoco puede relacionarse mucho con sus compañeros, ha hecho mella en su estado de ánimo. Por todo ello decidió disfrazarse de guerrero troyano, vikingo o de animadora en un esfuerzo adicional para animarse y poner una sonrisa en las caras de las personas de Boldon mientras hace su ronda de reparto.