La contaminación y el cambio climático son los principales problemas que amenazan el medio ambiente. El daño que las sustancias contaminantes causan en el suelo, el agua y el aire tiene su inevitable repercusión en la salud del planeta y en la de quienes lo habitamos.

Ni siquiera en nuestro hogar nos encontramos a salvo de la contaminación y estamos muy lejos de respirar un aire puro y de calidad. Esto no es nuevo y ya lo dijo la NASA en 1989 en su estudio titulado Clean Air Study (Estudio de Aire Limpio), un documento que sigue en plena vigencia.

El teletrabajo ha sido una de las consecuencias de la pandemia de la covid-19 y nos ha obligado a prestar especial atención a la salubridad de los ambientes cerrados. Precisamente, la agencia espacial estadounidense concluyó en su estudio que en los espacios cerrados nos enfrentamos a contaminantes que contribuyen al fenómeno conocido como síndrome del edificio enfermo.

De entre todas esas sustancias, la NASA destaca cinco: el benceno (humo del tabaco, detergentes, jabones y pinturas), el xileno (plásticos, pegamentos y barnices), el amoníaco (ordenadores y productos de limpieza), el tricloroetileno (productos de limpieza de alfombras y ropa, cartuchos de impresoras, pinturas y barnices) y el formaldehído (muebles de aglomerado, alfombras, objetos de plástico y tapicería de sillas y sofás).

Así pues, de puertas para adentro, cada vez son más las personas que deciden instalar en sus hogares purificadores para limpiar el aire que respiran en su entorno más íntimo. Sin embargo, la NASA nos desvela que tenemos unos efectivos y naturales purificadores de aire mucho más cerca de lo que pensamos: las plantas.

Las recomendaciones de la NASA

Los expertos aseguran que estas no sirven solo para decorar y dar vida y alegría a nuestro hogar, sino que también purifican y limpian las toxinas del aire que respiramos en él. De entre todas ellas la NASA destaca una: la Sansevieria.

Procedente de Sudáfrica, a esta planta se le conoce también como lengua de tigre o lengua de suegra por la forma de sus hojas: afiladas y acabadas en punta, de un verde intenso con matices grises y con filos amarillos en los costados. La incidencia directa del sol sobre ella decolorará sus hojas. Su colorido encajará a la perfección con cualquier interiorismo.

Se trata de una planta ideal tanto para interior como para exterior (patios, terrazas o balcones en sombra). Apenas necesita luz ni agua y casi no da trabajo, tan solo podar alguna que otra hoja muy de vez en cuando. Es muy longeva y más duradera que muchas plantas de exterior. Su crecimiento es muy lento, ya que cada año genera solo tres o cuatro hojas, o incluso menos si la privamos de la luz.

La Sansevieria es solo la primera de una lista de nueve plantas purificadoras de aire que la NASA nos propone para colocar en nuestro hogar. Las otras ocho plantas que, además de decorar tu salón, harán que respires un aire mucho más puro son: Potos, Cintas, Flor de la Paz o Vela del Viento, Helecho, Palo de Brasil, Margarita africana o Gerbera, Drácena y Palmera china o amarilla.