Envolver productos con film transparente puede llegar a convertirse en un auténtico reto. Coges el rollo del armario, lo sacas de la caja, lo extiendes, colocas sobre él el producto que quieres guardar y lo empaquetas.

En ese momento, más te vale tener una tijera a mano, ya que sino puede convertirse en una misión imposible. El papel se estira, no se rompe, se pega sobre sí mismo, se nos queda pegado en los dedos y cuando se desgarra y queda hecho jirones, el corte puede llegar a trazar una línea diagonal que deja el trozo de film inservible. Ni siquiera cubre ya todo el producto que queremos envolver. ¡Un desastre!

Pero, como siempre, a grandes males, grandes remedios. Hay un truco que hará que utilizar el papel film se convierta en una tarea mucho más sencilla.

El secreto no es otro que el lugar en el que guardamos el papel: ni el armario de la cocina, ni el cajón, ni la despensa. Su sitio está en el congelador.

El papel film está hecho con cloruro de polivinilideno (PVC) o polietileno, materiales que atraen la electricidad estática y por eso se adhieren a sí mismos y a otras superficies.

El frío del congelador hace que la estructura molecular del papel cambie, lo que hará que desaparezca su adherencia y su desagradable pegajosidad. Al eliminar su electricidad será mucho más fácil desenrollarlo, estirarlo, manejarlo y cortarlo sin problema.

Con este truco ahorraremos tiempo, papel y muchos nervios. El film transparente es muy útil para conservar alimentos, evitar que se resequen en el frigorífico, congelarlos o para cubrir recipientes.

Además, este truco no afectará a los alimentos, ya que cuando el papel vuelva a temperatura ambiente, recuperará sus propiedades anteriores.

Utilidades del film transparente

Y es que, pese a su tedioso manejo, el papel film resulta muy útil en la cocina. Al ser tranparente nos permite ver en todo momento qué producto tenemos guardado. También el hecho de ser moldeable e impermeable hace que sea ideal para guardar comida en el congelador. Embutidos, frutas y verduras son otros de los alimentos que podemos guardar en la nevera en este tipo de papel.

También sirve para alargar la vida de algunos alimentos. Es el caso de los plátanos, ya que, si los envolvemos en film, tardarán más tiempo a madurar.

Otra posibilidad que nos ofrece el papel film es la de usarlo para cocinar en el microondas, lo que nos permitirá ganar tiempo y manchar muchos menos utensilios. En apenas unos minutos podemos cocinar, por ejemplo, unos huevos duros. Para ello vertemos el interior del huevo en el film (hay que pelarlo porque si no explotará). A continuación, se pincha la yema dos veces con un palillo y se cocina a fuego medio durante 45 segundos. Le echamos un vistazo y, si vemos que le falta un punto de cocción, volvemos a meterlo 15 segundos y así sucesivamente hasta que veamos que está hecho.

Ahora que conocemos un poco más sobre el film transparente vemos que, detrás de esa apariencia hostil y pegajosa, se esconde todo un mundo de posibilidades que, con el truco del congelador, podremos explotar sin perder los nervios.