- El activista marroquí Abdelali Achahbi, conocido por su apodo Crabman y sus sátiras políticas contra la monarquía alauí en YouTube, afronta una inminente orden de expulsión de Dinamarca, que ha rechazado su solicitud de asilo pese a recibir amenazas, que el solicitante atribuye al entorno de las autoridades marroquíes.

Achahbi, de formación artista y programador, reside en Dinamarca desde 2010, adonde llegó con su anterior pareja danesa y donde ha compatibilizado su labor profesional con la de activista. Tras el surgimiento de la Primavera Árabe, Achahbi, de 35 años, fue cofundador de un movimiento republicano impulsado por marroquíes en el exterior y desde su página en Facebook, en la que asegura llegó a tener más de 120.000 seguidores, empezó a ejercer la crítica política, que desde 2019 continúa en YouTube, con 30.200 suscriptores. “En Marruecos tenemos una monarquía absoluta, no puedes criticar al rey”, explica desde Herning (oeste), donde reside, resaltando la falta de libertad de expresión y de derechos humanos en su país de origen.

En su solicitud de asilo, Crabman documentó las amenazas recibidas por agentes cibernéticos marroquíes o una campaña de difamación impulsada por Hani abu Zaid, un individuo que según dice está vinculado al Ministerio de Exteriores, que lo acusó de “homosexual” (un delito en Marruecos), además de resaltar que la sátira sobre el monarca está penada con cárcel. Pese a las pruebas y los precedentes, las autoridades de extranjería danesas rechazaron hace dos meses su petición alegando que salió de Marruecos sin impedimentos, que no pidió asilo hasta 2020, que sus “actividades” en redes sociales no son relevantes y que el peligro de ser encarcelado si vuelve a su país son “suposiciones”. “Me siento abandonado. Estoy bien integrado en la sociedad danesa, creo en sus valores. Yo no soy musulmán, no tengo ningún valor en común con el Estado marroquí”, lamenta.