- El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell ha reconocido que “hemos sido un poco ingenuos en el pasado” con China, pero asegura que ahora la perspectiva de los europeos ha cambiado y es “más realista”.

En una entrevista publicada ayer por el periódico francés Le Journal du Dimanche, Borrell explicó que existe una estrategia de Europa hacia China desde marzo de 2019 y “nuestro enfoque se ha hecho más realista”. Ese enfoque -señala- parte de la constatación de que “China es un socio estratégico con el que la Unión Europea tiene objetivos parcialmente convergentes” y con el que “debe encontrar un equilibrio de intereses”.

También es “un competidor económico que asume una ambición de dominación tecnológica” y “un rival sistémico que pretende promover un modelo alternativo de gobenanza”.

En definitiva, dice Borrell, la relación entre los dos bloques “exige reciprocidad y reconozco que desde este punto de vista, hemos sido un poco ingenuos en el pasado”.

Preguntado sobre las acusaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, que dice tener pruebas de que la propagación del coronavirus pudo tener su origen en un laboratorio de la ciudad de Wuhan, el responsable diplomático europeo se muestra más que escéptico. “Hace unos días, nos recomendaba beber desinfectante para luchar contra el coronavirus...”, comenta irónicamente.

Borrell hace notar que la UE y sus Estados han preparado un proyecto de resolución que se presentará el día 18 ante la Organización Mundial de Sanidad (OMS) en la que se subraya lo importante que es conocer mejor las “circunstancias que han permitido que se desarrolle esta pandemia”. “A mi juicio, hay que estudiar de forma independiente lo que ocurrió dejando de lado el campo de batalla entre China y Estados Unidos”, que con sus acusaciones mutuas no hacen más que “exacerbar su rivalidad”.

En cuanto a las acusaciones de que sus servicios rebajaron el tono de un informe sobre desinformación a propósito del coronavirus por presiones de Pekín, el alto representante volvió a negarlo. “Esa intervención china no estuvo de ninguna manera en el origen de un cambio del tono o del fondo en la versión de ese informe dirigida al público”, asegura.

Esta declaración hace referencia a un artículo del New York Times en que se afirmaba que, a raíz de presiones chinas, la Unión Europea había cambiado un informe, suprimiendo las partes más críticas con la actuación de Pekín. “La UE no debería doblegarse a los esfuerzos de Pekín para silenciar las críticas sobre su respuesta al inicio del contagio”, rezaba el editorial del citado medio.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, el socialdemócrata Heiko Maas, emplazó ayer a China a dar una “clarificación del origen” del nuevo coronavirus.

“El mundo entero quiere que se aclare el origen exacto del virus”, afirmó Maas en una entrevista con el grupo de medios de comunicación alemán Funke. China puede demostrar “lo transparente que quiere ser con el virus”, ha añadido.

Estados Unidos ha cuestionado abiertamente el origen del coronavirus y ha acusado a China de ocultar información. La versión oficial de Pekín es que el virus saltó a humanos en un mercado de animales salvajes de la ciudad de Wuhan, en el centro del país.

Otros países se han sumado a Washington en la petición de mayor transparencia y tambien la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido participar en la investigación del origen del coronavirus.

“China es un socio estratégico de la UE con el que debe encontrar un equilibrio de intereses”

“Hay que estudiar lo ocurrido dejando de lado el campo de batalla entre China y EEUU”

Representante de la UE para Exteriores