Casais de São Bento - Portugal ha reforzado el combate contra el fuego y trabaja con 1.400 bomberos auxiliados por medios aéreos, entre ellos dos aviones españoles, para atajar seis incendios en varias partes del país, aunque el foco más violento sigue en el centro, en Vila de Rei y Mação. Los incendios comenzaron el sábado y parecían controlados ayer, pero las temperaturas y el viento de las últimas horas avivaron las llamas durante la tarde, con cuatro frentes en las aldeas de Cardigos, Roda y Casais de São Bento que avanzaban hacia la vecina de Proença-a-Nova, donde las autoridades ya están movilizadas.
Más de un millar de efectivos, auxiliados por aviones y helicópteros, combatían las llamas en una región muy próxima a Pedrogao, donde hace dos años se registró una de las mayores tragedias que recuerda Portugal, con 66 muertos por el fuego. La situación se complicó sobremanera en los pueblos de Sao Bento y Chaveira, donde varios frentes se reactivaron cerca de los cascos urbanos.
La tensión de las últimas horas se ha traducido en severas críticas de los alcaldes de las zonas afectadas contra el Gobierno por la gestión de los recursos. El regidor de Vila de Rei, Ricardo Aires, llegó a decir a medios locales que “el Estado ha vuelto a fallar”, aunque después, más calmado, matizó: “No voy a decir que el Estado ha fallado, pero los medios son pocos”.
Las críticas se centraron sobre todo en el uso de los medios aéreos, especialmente después de que un diputado del conservador PSD (centro-derecha, líder de la oposición) desvelase que tres helicópteros estaban paralizados en el norte de Portugal. - Efe