Atenas - El recién elegido primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, consiguió ayer el voto de confianza del Parlamento, tras un debate de tres días marcado por la ausencia de ataques personales entre parlamentarios, lo que apenas se vio durante la crispada década de crisis económica. El Gobierno recibió el apoyo de los 158 diputados de su partido, Nueva Democracia, mientras que el resto de grupos parlamentarios de la Cámara de 300 escaños votaron en contra.
Es la primera vez en una década que un partido dispone de mayoría absoluta en el Parlamento heleno y puede concluir su mandato -lo que ningún Ejecutivo consiguió en los últimos diez años- y aplicar su programa sin negociar con otras formaciones. “El país tiene estabilidad en el interior y gana fiabilidad en el exterior. No me permitiré pasar un solo día sin utilizar el poder que me han dado los ciudadanos para mejorar la vida de los griegos”, destacó Mitsotakis al cerrar el debate.
Mitsotakis anunció que esta misma semana serán presentados en el Parlamento los dos primeros borradores de ley. El primer borrador se presentará mañana y será una reforma del funcionamiento del Estado que incluirá una serie de cambios en la legislación que rige los ayuntamientos y las regiones y la abolición del llamado asilo universitario, que prohíbe la entrada de la Policía en las facultades sin el permiso de las autoridades universitarias. Este privilegio, nacido del trauma colectivo de la dictadura, a raíz de noviembre de 1973, cuando los tanques irrumpieron en la universidad politécnica de Atenas dejando decenas de muertos y unos mil heridos, fue abolido en 2011 pero Tsipras lo restableció durante su mandato. “Las universidades vuelven a ser de sus estudiantes y profesores. El asilo de la ilegalidad, de los cócteles molotov y la droga se acaba”, afirmó Mitsotakis.
El segundo borrador, que se presentará en el Parlamento hacia finales de semana y será aprobado con procedimiento de urgencia, reducirá a partir de este año el impuesto unificado sobre los bienes inmuebles (ENFIA). El ENFIA será reducido en un 30% para las propiedades más modestas, un 20% para la clase media y un 10% para las propiedades de mayor valor. Además, Mitsotakis anunció que en otoño presentará en el Parlamento otra ley fiscal, con la cual se reducirán a partir de este año el impuesto de sociedades del 28% actual al 24% y el impuesto sobre los dividendos distribuidos por empresas a sus accionistas del 10% al 5%. El primer ministro afirmó además que el Gobierno respetará el objetivo de superávit primario -que excluye el servicio de la deuda- del 3,5% del producto interior bruto (PIB) que impusieron los acreedores hasta el año 2022. Asimismo, prometió que renegociará con los acreedores la reducción de los objetivos del superávit primario para los años 2021 y 2022, en la base de los resultados fiscales de su administración en 2019 y 2020.
Tanto la Comisión Europea como el banco central del país estiman que este año Grecia no podrá alcanzar el objetivo de superávit primario, debido a algunas medidas sociales aprobadas por el Ejecutivo anterior, liderado por el izquierdista Alexis Tsipras. Con estos alivios fiscales, el Estado heleno dejará de ingresar en 2020 entre 1.300 y 1.600 millones de euros y, si a lo largo del mandato se aplican todas las medidas prometidas, unos 6.000 millones.
más policía En el marco de la segunda prioridad gubernamental, el restablecimiento de la seguridad de los ciudadanos, que durante cuatro años fue uno de los principales caballos de batalla de Nueva Democracia, el Gobierno pretende contratar en otoño a 1.500 agentes de Policía para reforzar las patrullas en las calles. El Gobierno ha prometido “limpiar” Exarjia, un barrio en el centro de Atenas considerado bastión de los anarquistas y, según el Gobierno, foco de criminalidad y contrabando en la capital. En este sentido presentó durante el debate de investidura un plan de unificación del Museo Arqueológico con el edificio de la universidad politécnica de Atenas, ambos situados en Exarjia, para crear un centro cultural. El Gobierno espera así que la Politécnica deje de ser el símbolo de resistencia contra la autoridad y centro de protesta social y pensamiento alternativo aglutinador del movimiento anarquista que ha sido desde la caída de la Junta de los Coroneles. - Efe