Londres - El candidato a líder conservador y a primer ministro británico Boris Johnson mantiene que el Reino Unido “no fallará” y saldrá de la Unión Europea (UE) en la fecha prevista del 31 de octubre, en su columna semanal publicada este lunes en The Daily Telegraph. “Podemos, debemos y lo haremos”, afirma el político, que asegura que si él es primer ministro, el Gobierno no volverá a “encogerse de miedo” como en las dos ocasiones anteriores en que se ha prorrogado la fecha de retirada del bloque. Johnson se declara “furioso” de que hayan pasado tres años desde el referéndum celebrado el 23 de junio de 2016, que dio la victoria al Brexit, e insta a no perder de vista “el premio” y avanzar hacia “el oasis” al final del camino. De no salir en la fecha señalada, se producirá en el Reino Unido “una explosión democrática” en la que los dos principales partidos, el conservador y el laborista, serán “barridos”, escribe.
En cambio, si se deja el bloque el 31 de octubre, se producirá “el renacimiento” del Partido Conservador, al que “regresarán los votantes” que han emigrado a otras formaciones, argumenta.
La columna de Johnson, abanderado de un Brexit duro, se interpreta como un intento de subrayar sus prioridades tras alarmar a sus seguidores al declarar en un reciente debate televisivo que la salida el 31 de octubre era “viable”, en lugar de haberse mostrado más tajante y decir que era obligatoria.
También se le ha reprochado que en su texto no se refiera al asunto que aún ayer copaba las portadas de la prensa: una discusión a gritos con su novia, Carrie Symonds, el pasado jueves, que desembocó en una visita de la policía, a la que llamaron los vecinos. Aunque el suceso no tuvo repercusiones legales, la negativa de Johnson, que en septiembre anunció el divorcio de su segunda esposa, a aclarar y dejar atrás lo ocurrido ha hecho cuestionar su capacidad para gobernar. El controvertido político se enfrenta en las elecciones dentro del Partido Conservador para sustituir a la dimisionaria Theresa May con su colega Jeremy Hunt, quien le ha pedido que “no sea cobarde” y acepte debatir con él esta semana y someterse a escrutinio sobre “cualquier asunto”. El que fuera alcalde de Londres, de 55 años, ha asistido hasta ahora a un solo debate televisivo y mide sus apariciones públicas aparentemente para limitar meter la pata y socavar su campaña. - Efe