Luxemburgo - Los ministros de Economía y Finanzas de la UE llegaron ayer a un acuerdo sobre las líneas generales del futuro presupuesto para la eurozona, que dejan sin respuesta cuestiones esenciales, como el tamaño que tendrá y de dónde saldrán los fondos. Pese a ello, los titulares económicos y las instituciones europeas se esforzaron en presentarlo como un primer paso importante, aunque pequeño, que permitirá avanzar hacia una herramienta más ambiciosa para prevenir y afrontar posibles crisis en el área de la moneda única. “Es el primer (presupuesto) específico para la eurozona, así que no infravaloremos la importancia simbólica de este paso aunque nuestro trabajo no haya terminado. No nos felicitemos demasiado, pero no estemos decepcionados porque hemos hecho un trabajo importante”, dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, tras una reunión que comenzó el jueves y se prolongó más de quince horas.

El comisario insistió en que era “el mejor compromiso posible dada la situación de Europa”, recordando que hace apenas un año muchos países estaban en contra de la mera idea de un presupuesto para la eurozona, impulsada por el Gobierno francés de Emmanuel Macron.

Los ministros de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, y Alemania, Olaf Scholz, llegaron a calificarlo de “minirevolución”.

Lo acordado, sin embargo, se queda lejos de la ambición gala, limitado por las diferencias de criterio entre los socios. - Efe