Londres - Los diputados laboristas analizaron la estrategia que tiene su partido sobre el Brexit en una reunión con su líder, Jeremy Corbyn, llegando a confesar a puerta cerrada que se sintieron avergonzados de votar por el partido en las europeas e instaron a un cambio de dirección.

Hubo intervenciones sorpresa de diputados que nunca antes habían hablado en contra del polémico líder, como Lloyd Russell-Moyle y Marie Rimmer, en medio de la indignación por la forma en que la oficina de Corbyn había manejado las quejas de hostigamiento contra dos importantes figuras del partido, así como una investigación sobre el antisemitismo. Para uno de los presentes, se trató la “peor reunión” de Corbyn desde que está de líder, ya que “ni siquiera parecía reconocer que existían dificultades, en puntos tan diversos como el Brexit, hasta el acoso sexual y el antisemitismo”.

Hablando con los diputados por primera vez desde los resultados de las europeas, Corbyn reiteró que el partido respaldará un referéndum sobre cualquier acuerdo aprobado por el parlamento. En su discurso antes de las intervenciones, el líder laborista dijo que el partido debe unirse para asumir las “políticas peligrosamente perjudiciales” de los diez candidatos al liderazgo conservadores, incluidos los recortes de impuestos que beneficiarán a los más ricos y los ataques a los derechos del aborto.

Corbyn se mostró firme en el compromiso laborista de trabajar con todos los partidos para no detener ningún acuerdo. “Para romper el punto muerto del Brexit, necesitamos volver a la gente y dejar que sean ellos los que decidan el futuro del país, a través de una elección general o mediante una votación pública sobre cualquier acuerdo acordado por el parlamento”, insistió una vez más el líder de la oposición.

Una fuente laborista manifestó que la reunión no había sido peor que otras. “Hay sentimientos muy fuertes sobre el Brexit y cómo se debe manejar. Eso no es ningún secreto”. - R.A.