Finlandia es un Estado de la UE de poco más de poco más de cinco millones y medio de habitantes que ha visto crecer exponencialmente su PIB y su renta per cápita en las últimas décadas, constituyendo un ejemplo para los europeos de modelo de equilibrio económico. Tal vez por eso y por sentir en sus propias carnes las consecuencias del cambio climático, se han convertido también en vanguardia europea del cambio del modelo de producción y consumo que la UE propugna para salvar al Planeta o, mejor dicho, para que la vida del ser humano en la Tierra sea viable. De ahí que esta semana en Helsinki se haya celebrado el World Circular Economy Forum 2019 en su tercera edición, con la participación de más de 2.000 expertos de todos los ámbitos -energía, alimentación, movilidad, medio ambiente, urbanismo, finanzas, negocios, industria, sociología? etc- así como representantes de las Administraciones Públicas de prácticamente todo el mundo. He tenido de nuevo la oportunidad de participar en el foro y mi conclusión más evidente es que el reloj corre a toda velocidad hacia el desastre y ya solo nos queda gritar para que de una vez actuemos en encontrar soluciones.