Bruselas -Estados Unidos ha impuesto aranceles por valor de más de 9.0000 millones de euros (11.000 millones de dólares) a una lista de 300 productos europeos, entre los que destacan el queso, el vino o los automóviles europeos. Así lo comunicó el lunes el representante de Comercio estadounidense. Es la respuesta de la Casa Blanca a los subsidios de la UE a las aeronaves Airbus, lo que considera en detrimento de la compañía estadounidense Boeing. “Este caso lleva litigándose 14 años y ha llegado el momento de la acción”, rezaba el comunicado, que recogía además que Washington esperó antes de actuar al dictamen de la OMC, la institución que tanto ha criticado en los últimos meses.
La Comisión Europea “toma nota” de esta declaración. En la rueda de prensa diaria el portavoz Daniel Rosario subrayó que las cifras que maneja Washington “se basan en estimaciones internas de EEUU no respaldadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC)”. “En la disputa con Boeing, la determinación del derecho de represalias de la UE está más cerca”, agregó.
La nueva “provocación” transatlántica llega en un momento en el que la UE y Estados Unidos están retomando las conversaciones para abrir un nuevo acuerdo comercial una vez confirmada la muerte del TTIP. Con bastante cautela y precaución por parte de países como Francia.
Este fue uno de los compromisos que trajo de su viaje Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, cuando el pasado verano cruzó el Atlántico para sellar una tregua en la guerra comercial que desató Donald Trump, presidente de Estados Unidos, contra su principal aliado: la Unión Europea. El inquilino de la Casa Blanca había señalado durante toda la campaña electoral que el comercio con la Unión suponía al país pérdidas de “billions and billions”, así que una de sus primeras medidas fue imponer aranceles del 25% sobre el acero europeo y del 10% sobre el aluminio.
Poco después, la Comisión anunció contramedidas con las que impondrá tarifas a modo de castigo contra 2.800 millones de euros de importaciones estadounidenses a productos como Levi’s, las Harley Davidson o el Bourbon. “La Comisión está comenzando sus preparaciones para responder”, apunta Bruselas.