París - Alexandre Benalla, el polémico ex agente de seguridad del presidente francés, Emmanuel Macron, imputado por haber agredido a manifestantes haciéndose pasar por policía, sigue usando un pasaporte diplomático pese a que fue despedido en julio. El rotativo digital Mediapart reveló ayer que ese documento fue expedido en mayo y ha sido utilizado por Benalla en las últimas semanas para entrar en diversos países africanos y en Israel.

La noticia se conoce en una semana de tensión entre el Elíseo y el antiguo hombre de confianza de Macron, después de que se conociera que Benalla estuvo en Chad a principios de mes, dos semanas antes de un viaje oficial allí del mandatario. La Presidencia gala se apresuró a decir que Benalla no es un emisario “oficial u oficioso” del presidente y ha abierto una investigación interna para examinar si se aprovechó de la influencia de su anterior cargo.

El diario Le Monde informó ayer de que el director del gabinete de Macron, Patrick Strzoda, le escribió el pasado día 22 para pedirle “todas las informaciones pertinentes” sobre eventuales misiones personales y privadas que haya ejercido como consultor.

con empresarios Benalla viajó acompañando a una delegación empresarial extranjera a Chad, donde fue recibido tanto por el presidente de ese país, Idriss Déby, como por su hermano, Oumar, que está al frente de la Dirección General de la Reserva Estratégica (DGRS) chadiana. El Elíseo le ha subrayado que debe respetar el secreto profesional y el deber deontológico vinculados a su anterior puesto, y le ha prohibido sugerir que cuenta con un apoyo tácito de la presidencia.

“Voy a seguir haciendo lo que hago”, aseguró Benalla en declaraciones a Le Monde, convencido de que algunos consejeros presidenciales “que no soportan a alguien que no es de su entorno” quieren frenar su nueva trayectoria. - Efe