Londres - La campaña de Theresa May para que los diputados apoyen el acuerdo del Brexit entra en la recta final, entre conjeturas de un retraso de la votación o de un viaje de la primera ministra a Bruselas para obtener concesiones.
May afronta una anunciada derrota mañana, cuando la Cámara de los Comunes vote el acuerdo del Brexit que ha negociado con el bloque europeo, pero que ha generado un amplio rechazo entre los parlamentarios a causa de la polémica “salvaguarda”, pensada para evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte.
Diputados conservadores euroescépticos y muchos de la oposición, entre ellos los democráticounionistas de Irlanda del Norte, han dejado claro que votarán en contra del pacto, lo que hace casi imposible que May lo pueda sacar adelante ya que para ello necesita el respaldo de 320 parlamentarios y tiene 316 en los Comunes.
Tras la conversación que mantuvo ayer el del Presidente de Consejo Europeo, Donald Tusk, con la primera ministra británica, Tusk dijo en un mensaje en Twitter que será “una semana importante para el destino del Brexit”, sin desvelar más detalles sobre el contenido de la conversación.
Retraso Además, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea publica hoy su sentencia sobre si el Reino Unido puede retirar de forma unilateral la notificación en la que informaba al club comunitario de su decisión de abandonar la UE y revocar así el proceso.
La llamada entre ambos acontece también después de que el dominical británico The Sunday Times publicara ayer que May tiene intención de emular a Margaret Thatcher al viajar a Bruselas para exigir un mejor acuerdo de salida, en un intento por evitar la caída de su Gobierno. Según este medio, May espera anunciar hoy que retrasará el voto de mañana martes a fin de hacer un último esfuerzo diplomático en la cumbre europea del jueves en Bruselas. - Efe