Londres - La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, continúa buscando apoyos a su acuerdo del Brexit, entre presiones desde su propio partido para que posponga la votación en el Parlamento prevista para el próximo martes, en la que parece abocada a una derrota.
El presidente del grupo conservador en la Cámara de los Comunes, Graham Brady, se muestra abierto a retrasar el voto hasta que haya más “claridad” sobre el mecanismo de salvaguarda para la frontera de Irlanda del Norte, si bien un portavoz del Gobierno aseguró que no van a alterarse los planes. Aún así, al menos tres miembros del gabinete, según medios británicos, han pedido un aplazamiento que permita a May volver a Bruselas y pedir nuevas concesiones en el tratado de salida o en la declaración política sobre la futura relación comercial, algo a lo que la UE es contraria hasta ahora.
“Lo único que marca el sentido común político es retrasarlo. Necesitamos encontrar una solución y no podemos hacerlo de aquí al martes”, señaló a la cadena pública BBC una fuente del Gobierno que no quiso ser identificada.
320 votos La primera ministra necesita al menos 320 votos para pasar el acuerdo, pero cuenta tan solo con 315 diputados conservadores y el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) -cuyos 10 parlamentarios han apoyado al Gobierno hasta ahora-, es uno de los principales críticos del Acuerdo de Salida.
El pacto con Bruselas ha provocado un profundo malestar en la facción más euroescéptica del Partido Conservador: Según la cadena Sky News, entre 80 y 90 parlamentarios tories pueden revelarse contra May, lo que podría poner en duda la continuidad de la primera ministra al frente del Ejecutivo. Un análisis de la agencia local PA indica, sin embargo, que hasta ahora han sido 29 los diputados conservadores que han afirmado de forma explícita que prevén votar en contra del pacto. - Efe