Gasteiz - Desde las 05.00 a las 07.00 horas Pablo Fuentes-Pila abre los micrófonos de la jornada radiofónica de Onda Vasca. Información pura y dura, reportajes y algo muy importante para los oyentes que se disponen a salir de casa: información meteorológica y la respuesta a preguntas como qué tiempo hace o va hacer. Se levanta a las tres de la mañana y tiene cogido el truco a un horario que para muchos parece, más que difícil, imposible. Él cuenta de primera mano las ventajas de un horario como el suyo, cómo lo lleva y cómo se organiza, porque según relata está satisfecho y se ha adaptado muy bien a ser, desde hace más de una década, El primero.
Doce años madrugando, levantándose a las tres de la mañana, ¿no le apetece cambiar?
-En principio no, es un horario que me permite hacer radio de una manera muy directa, muy sobre la marcha. Debido a la globalización de la información me toca dar informaciones como la delirante victoria de Donald Trump en Estados Unidos, y tiene su gracia. Este horario ofrece ventajas: tienes buena parte del día a tu libre disposición para otros menesteres.
Me imagino que levantarse a las tres de la madrugada conlleva irse muy temprano a la cama.
-Me voy sobre las nueve de la noche, después de los titulares de los informativos, leo durante media hora, más o menos, y para antes de las diez ya estoy roncando.
Llegará al viernes hecho polvo.
-Sí, se nota el cansancio, así que el viernes es fundamental una siesta para luego afrontar el fin de semana y poder disfrutarlo.
Hablemos de ‘El primero’, ¿qué le ofrece al espectador?
-Las claves básicas para que las personas que ponen la radio a esas horas de la mañana sepan lo que pasa en la puerta de su domicilio, sin olvidarnos de los grandes acontecimientos que pueden llegar a ocurrir y que a veces son históricos.
¿Prima la cercanía?
-Es fundamental. Para empezar, sabemos la temperatura que tenemos en cualquier punto de Euskadi. La audiencia hace el programa con nosotros y nos manda mensajes de si hace mucho viento o mucho calor. En menos de cinco minutos, sabemos lo que pasa aquí mismo y lo que pasa al otro lado del mundo. Hay informaciones imprescindibles: el tiempo, el tráfico, incidencias y algún accidente.
¿Un programa en solitario?
-No. Habitualmente colaboran siete personas y siempre contamos con la ayuda de la audiencia, que es imprescindible para nosotros.
¿Qué cree que es lo más importante para esos oyentes tan madrugadores?
-Va a depender de cada uno, pero en líneas generales, la información meteorológica. Es lo primero que nos preguntamos cuando nos levantamos, ¿qué tiempo va a hacer hoy? Lo hacemos bien por cuestión práctica o por cuestión estética.
¿La noticia más impactante que ha dado usted es la victoria de Trump?
-En este año sí, el año pasado el Brexit. También nos tocó transmitirlo en El primero en tiempo real y parecía que estábamos contando una carrera de caballos, era todo como muy británico.
Imagínese que puede elegir otro horario, ¿evitaría el madrugar?
-Pues no, preferiría el madrugón. Me he acostumbrado y me he adaptado bien. Es cierto que vives un poco al revés que el resto pero he buscado a este horario sus ventajas. No tendría problemas en estar en otras franjas pero me siento cómodo haciendo El primero.
Es el que cede el testigo a Javier Vizcaíno.
-Efectivamente, me toca subir la persiana a las cinco de la mañana para que el oyente vaya acomodándose a la sintonía de Onda Vasca y sepa cuál es nuestra declaración de intenciones. Una radio que abro yo y que siguen después todos mis compañeros y, está claro, el siguiente a mí es Javier (Vizcaíno).
¿Qué le interesa más, lo local o lo global?
-En principio, lo local, es lo que está a nuestro lado y con lo que convivimos. Es cierto, que, en ocasiones, lo que ocurre a nuestro lado puede estar condicionado por lo global; pero como a todo el mundo, lo que me interesa es lo más cercano, lo que me afecta en mi día a día.
Me imagino que en el trayecto diario a la emisora no se encuentra nadie.
-Por suerte, puedo ir dando un paseo de diez minutos de mi casa a la emisora y le voy dando vueltas a las historias que puedo tener en la cabeza y que según llego a la radio las incorporó al guion del programa. Hay algunas historias que me las encuentro por la calle.
¿A esas horas?
-Sí claro. Una de ellas es el tiempo, también la gente que te puedes encontrar a esas horas por la calle. Gente siempre hay, siempre te cruzas con alguien, sin contar con los servicios de limpieza.
¿Qué tal se trabaja en una radio prácticamente vacía?
-No creas, rápidamente se llena. Justo cuando estoy diciendo egun on, ya está Javi Vizcaíno por la redacción, él llega también muy pronto. No estoy mucho rato solo, el trabajo de la mañana empieza muy pronto para que luego ellos cojan el testigo cuando yo termino a las siete.