Si GH VIP es el programa más visto de nuestra televisión, el Chunwan es el más visto del mundo. Se trata del programa de Año Nuevo con el que la mayoría de los chinos cambiaron el Tigre por la Cabra. Una emisión que se vuelve más entrañable teniendo en cuenta la gran emigración mundial que hace que estos días todos los chinos que viven fuera miren con más cariño sus orígenes. Vamos, como aquí nos pasa cuando suenan los anuncios de turrones y “el vuelve a casa vuelve” o la canción del Olentzero. El programa de fin de año chino ha perdido con todo 10 millones de espectadores. Ha pasado de los 700 a ser seguido por 690 millones de chinos. Hay quien dice que una de las razones sea porque entre los que actuaron estaba Luz Casal. Pero no lo creo. Lo cierto es que es francamente insoportable. Los números musicales parecen compuesto por el director de una banda militar de Melilla la China o por ahí, los trajes son horteras y los maquillajes puras pinturas al fresco. Si alguien les pregunta que sepan que en un momento determinado del 19 de febrero, una emisión reunió a tantos chinos, hasta convertir el programa en el sueño inalcanzable que ninguna televisión mundial podrá alcanzar, por mucho tirón que tenga el fútbol, por más igualdad que exista en una final de los 100 metros en una olimpiadas, nada igualará el paso de año chino a no ser que descubran a Belén Esteban. Celebran nada más y nada menos que el año 4713 y sólo tienen que esperar a que llegue el año del Caimán que es donde dijo la Esteban que tenía guardados sus ahorros de la tele. Declaraciones tras las que fue nominada a salir de la casa de Guadalix de la Sierra. “Si quieren que me vaya me voy” declaró enfadada la diva. Y ojo que igual va en serio. Me pregunto cuánto tiempo tardaran las autoridades chinas en darse cuenta de que pueden hacer de Belén Esteban una princesa planetaria.