MADRID. "Todos tenemos interiorizada nuestra propia imagen de Romero y Julieta, por eso he intentado trascender el nivel icónico del personaje y hacerlo un poco de carne y hueso, comprender sus circunstancias", explica Rivas (Vimianzo, A Coruña, 1985) en una entrevista sobre esta versión televisiva a cargo de Mediaset España y la productora italiana Lux Vide.

Con la actriz italiana Alessandra Mastronardi como Julieta Capuleto, "Romero y Julieta" se rodó durante nueve semanas en enclaves naturales y urbanos de la región italiana de Trentino, en un ambiente invernal "novedoso" y que se convierte "en un personaje más en la historia", apunta el protagonista.

Trento, al norte, en la frontera con Austria y con la mayor concentración de castillos medievales de toda Europa, es un lugar "que no parece Italia" pero "probablemente es más acorde con la naturaleza del texto de Shakespeare que con los Romeo y Julieta que nos han ido llegando con el paso del tiempo, situados en lugares cálidos, mediterráneos y coloridos", explica Rivas.

Y recuerda que Verona, donde se desarrolla la tragedia escrita por el bardo inglés, está a apenas 150 kilómetros de Trento, donde han trabajado entre montañas nevadas cerca de 40 actores y 1.000 figurantes.

Aunque habla inglés porque ha estudiado un máster de teatro clásico en Inglaterra, actuar en este idioma ha sido para Martiño Rivas "un plus de trabajo por el esfuerzo en la dicción", y a la vez ha tenido un efecto "muy liberador, es como colocarte una máscara, porque surgen cosas que te sorprenden a ti mismo".

El actor, hijo del escritor Manuel Rivas y que hace cuatro años decidió recuperar el nombre de Martiño -"que no es diminutivo, es el que figura en el DNI", aclara- reconoce que desde los tiempos en que consiguió la fama con series como "El internado" (2007-2010), "el espectador ha refinado bastante su gusto".

"Ahora ya no es tan inocente como antes y demanda una puesta en escena más lograda y mayor calidad de imagen, y hay que adecuarse a eso", añade el también protagonista de "El don de Alba".

A Martiño Rivas le parece "una pena" que los clásicos del teatro ya no tengan cabida en las parrillas televisivas, al estilo del mítico "Estudio 1", porque es parte de nuestro legado e idiosincrasia y deberíamos difundirlo, defenderlo y popularizarlo".

Lo dice todavía imbuido por la "increíble" respuesta del púbico que asistió al estreno de la obra "Cuestión de altura", que protagoniza junto a Tomás Pozzi en la sala pequeña del Teatro Español de Madrid.

Aunque afirma que le parece "una tontería" esa premisa habitual de que "el actor bueno es el que hace teatro", explica que para él es un medio "apasionante" que no está dispuesto a abandonar, aunque lo fundamental para elegir un proyecto es siempre "el texto y el equipo humano", porque "el teatro es mágico cuando está bien hecho, pero cuando no es así es bastante doloroso".

Dice ser consciente de "los prejuicios" que se tienen sobre los actores jóvenes y atractivos que se han hecho populares en televisión, pero afirma que no le interesa "pelear" para rebatir esa imagen: "Estoy bastante ocupado con hacer bien mi trabajo como para preocuparme sobre lo que los demás piensan de mí. Es una batalla que no me interesa".

De momento espera prolongar su obra teatral en una gira -estará en Madrid hasta el 16 de febrero- y tiene también una película por estrenar, "Por un puñado de besos", dirigida por David Menkes y en la que comparte protagonismo con Ana de Armas y Jan Cornet.

La nueva versión de "Romero y Julieta" consta de dos capítulos que Telecinco emitirá mañana y el miércoles por la noche en horario de máxima audiencia.