EN una entrevista de Vasile a El País hablaba de la manía que tenemos los periódicos de criticar la televisión. Supongo que se refería a las malas críticas que suelen recibir por alguno de sus programas. Es inaudito que un profesional del medio se queje de que otros medios hablen de él (aunque sea mal). Pero seguramente tiene razón: ¿qué se puede decir de su propuesta televisiva?. Es líder indiscutible, con la colaboración inestimable de una televisión pública que ha apostado por el suicidio (RTVE) y una televisión pública autonómica a la que los políticos están matando a cañonazos (hoy nos hemos enterado de que uno de esas bombas se ha llevado Navarra Directo, la propuesta informativa de ETB2 para Navarra). Pues va a ser que tiene toda la razón Vasile cuando se queja de que hablamos mal de alguna de sus propuestas televisivas cuando los índices de audiencia le dan la razón. Pero podría pararse a pensar que la crítica de un medio normalmente está hecha por quienes aman y respetan mucho ese medio. Ayer vi unos minutos de la sesión veraniega de Sálvame diario con la dicharachera Paz Padilla de conductora. Pero algo se cocía en aquel plató, donde algunos decían que les parecía fatal que se leyeran públicamente los correos de Urdangarin. Sin embargo, Paz los iba leyendo, uno a uno, como hilo conductor mientras el resto los comentaba airadamente. En un momento Paz intentó decir algo sobre la decisión de la jueza de que se puedan publicar los emails del duque Empalmado. Y fue rectificada por Matamoros. Durante unos minutos saltaron chispas entre uno y otro. A punto estuvieron de liarla en pleno directo -lo que hubiera causado el éxtasis de la audiencia-. Tiene razón Vasile. Criticar este tipo de programas es inútil y cansino. Y más en un día triste en el que hemos conocido que EiTB tira la toalla en Navarra.
