Ese sería el título para la retransmisión del Campeonato del Mundo de Natación. Unas competiciones que no tienen el tirón del público. Ni siquiera en el directo donde se ven las competiciones con las gradas vacías. Ayer al comentarista le salió un chiste cuando presentó el partido entre Canadá y Rusia de "waterpolo femenino de mujeres" y sin embargo la programación no puede ser más ambiciosa. Desde la primera hora de la mañana y hasta la medianoche cuando emiten alguna carrera de caballos y así. Este es el dilema de cadenas como la que TVE tiene en la parrilla de la TDT. Un servicio público que atiende a deportes minoritarios y que de esta forma pueden seguir existiendo ya que si fuera por la iniciativa privada solo serían mencionados, en todo caso, tras la consecución de una medalla.

Los que parecen tener predicamento televisivo son los policías. Esta semana La Sexta estrena Policías en Acción. Una especie de documental al estilo americano donde el cámara va justo detrás de los agentes y graba cómo se echan encima del atracador o tiran abajo una puerta de una patada. Pura adrenalina. Confieso que el género me da grima y que cuando veo esta persecuciones grabadas desde los helicópteros siempre me sale el espíritu Bonnie ande Clyde y me pongo del lado de quien huye. También en TVE preparan un programa donde algunos reporteros acompañarán a los agentes para contar de primera mano cómo trabajan. En este caso además de los maderos, los cámaras y plumillas seguirán a sanitarios, ambulancias, bomberos y demás equipos de intimidación, atención y prevención. No sé qué hubiera pasado si en una de estas excursiones se encuentran con el tren que descarriló en Santiago. Que se sepa: no les quedaba otra a los periodistas que encender la cámara y grabar en directo el infierno.