vitoria. Los grandes grupos de prensa del Estado están analizando la posibilidad de unificar la distribución y la impresión. También se abre paso la opción del freemium: mantener parte de las noticias en abierto en las webs, pero cobrar por determinados contenidos. Ahí existen muchas posibilidades, desde las suscripciones a bajo coste al pago por algunos artículos o reportajes. Según Txema Ramírez de la Piscina, esta solución intermedia -ni gratis total, ni todo de pago-, es la que se acabará imponiendo en Europa. "La gente se ha habituado a la gratuidad. Dar la vuelta a eso es muy complicado. Se va a intentar con fórmulas mixtas, la mayor parte de contenidos libres, otros de micropagos y con ediciones exclusivamente digitales como el diario de Murdoch en EEUU". También recuerda que "Murdoch vaticinó el fin de la prensa escrita en la próxima década" y que hace ya varios años que José Luis Martínez Albertos dio un dato que le sorprendió: "Dijo que la prensa escrita desaparecería en 2020. Yo no creo que va a ser tan rápido, pero sí que van a desaparecer muchos medios y otros se van a editar solo los fines de semana, como en EE.UU., donde son exclusivamente digitales de lunes a viernes y sacan papel sábado y domingo". Sin embargo, en España no es fácil que desaparezca el papel de repente ya que el 85% de la publicidad que entra en los diarios lo hace para su edición impresa.
Este profesor admite que "la situación es muy complicada, pero hay esperanza. Le Monde y Le Figaro vendieron un 3% más en 2011 apostando por su propio tipo de información. La clave es buscar ese nicho en el que el medio tiene algo que aportar a la sociedad, ya sea a través de internet o del papel, algo que te haga diferente y que te permita crear tu propio marchamo de calidad. Apostar por la reducción de las plantillas aparcando la repercusión en la calidad es nefasto para la profesión y a la larga se va a demostrar que también para las empresas".
contraste El Libro Blanco de AEDE indica que su previsión es cerrar el año con un resultado operativo positivo de 1,7 millones, a pesar de que los ingresos se quedarán en 1.737 millones (con un descenso del 13% respecto a 2011), con unos ingresos por ventas de ejemplares de 934 (caída del 9,8%) y unas ventas de publicidad de 644, un recorte del 17,6%. Las reducciones de plantilla a través de EREs masivos son la causa de unos beneficios sobre los que se pasa de puntillas.
Ramírez de la Piscina añade que "el modelo de periodismo de las dos últimas centurias se está cayendo a pasos agigantados y no existe un modelo claro de supervivencia. El Foro Mundial de los Editores, que se reunió en Hamburgo en 2010, hizo unas previsiones muy negras. Dijo que para 2015 se espera que la venta de prensa diaria descienda un 50% y que el 55% de los lectores va a migrar hacia teléfonos inteligentes y tabletas. No es que internet sea el futuro, es el presente y casi parte de nuestro pasado". A su juicio, "la patronal está obsesionada, y en parte es normal, con conseguir la rentabilidad de las ediciones electrónicas. El problema es hasta qué punto vamos a ser capaces de conjugar la celeridad con la calidad, que esa instantaneidad que exigen las ediciones electrónicas no provoque accidentes, evitar que se vuelque la información en bruto sin contrastar. Eso puede provocar, y está provocando de hecho, que se dé prioridad a ese fast journalism (periodismo rápido) que comporta un descenso de la calidad. A mí me gustaría pensar lo contrario, pero hay quienes se preguntan si no estamos en el umbral del fin de los reportajes, de los análisis o del periodismo de investigación. Sería terrible y como periodistas y como académicos no deberíamos dejar que pase. Creo que hay que apelar a la función social que han tenido los medios y la prensa en particular para ejercer su labor de control de los poderes en general y hacerse valer" y recalca que "se insiste en dar solución al problema de la rentabilidad y se está dejando de la lado la preocupación por la calidad".
Warren Buffet, el tercer hombre más rico del mundo, ha comprado este año 65 diarios del sureste de EEUU y Texas. En 2011 ya había adquirido un periódico de su localidad natal, Omaha, y posee también el Buffalo News y una parte mayoritaria de The Washington Post. A su juicio, "en pueblos y ciudades donde hay un fuerte sentimiento de pertenencia a la comunidad no hay una institución más importante que el periódico local". Aunque no es probable que la tercera fortuna del planeta se interese por los diarios de nuestro entorno, de los 14,2 millones de ejemplares diarios que se venden en el Estado, más de 8 pertenecen a la prensa local o autonónomica. El estudio European Communication Monitor (ECM) sostiene que los medios impresos son el canal mejor considerado por los responsables europeos de departamentos de comunicación. Gran parte de los analistas creen que los periódicos impresos seguirán existiendo, pero sus destinatarios serán los sectores más exigentes e influyentes de la sociedad. Las encuestas dicen que la prensa es el medio en el que más confían los ciudadanos, casi el doble que en la televisión. Además, solo se puede hablar de crisis del papel en algunos países europeos y EEUU porque en Asia y Sudamérica las ventas llevan varios años creciendo dos dígitos. En el planeta hay más de 2.300 millones de lectores de periódicos, lo que pone unos límites geográficos definidos a esta época de transición. En cuanto a nuestro entorno, está claro y así acaban de exponerlo los expertos en la Asamblea de la SIP, que el modelo de financiación de la prensa con publicidad está agotado.