Madrid. Los consejeros nombrados por el PP y CiU para el Consejo de Administración de RTVE se levantaron ayer de la reunión de este órgano para evitar, al dejarla sin quórum suficiente, que la mayoría integrada por consejeros progresistas votara a favor de una resolución de censura al obispo de Alcalá, quien aludió, en una homilía emitida el Viernes Santo por La 2, a la homosexualidad como necesitada de curación. Los consejeros de PSOE y UGT, que consideraron la acción merecedora de una advertencia desde el órgano administrativo, habían llevado la propuesta de resolución a la reunión como un punto del orden del día, formalidad que permite que la medida tenga valor institucional.
Al levantarse de la silla estos cuatro consejeros y no contar con quórum suficiente para adoptar ninguna resolución, los consejeros identificados con el bloque progresista tomaron, como representantes de la mayoría, una iniciativa, sin valor formal, cuestionando ante la Conferencia Episcopal las palabras de monseñor Juan Antonio Reig Plá.
En ella expresan su respeto a la libertad de expresión pero, al tiempo, recuerdan que el Mandato Marco les obliga a vigilar para que los contenidos emitidos por las cadenas estatales no vulneren la Constitución. En concreto, el artículo 11 del Mandato Marco obliga a evitar discriminaciones por razón de la orientación sexual.
La carta del consejo a la Conferencia Episcopal alerta de que las palabras del obispo podrían haber incurrido en este tipo de discriminación. Finalmente, la carta será enviada a título individual por los dos consejeros de PSOE, la de IU, el de ERC y el de UGT.