Vitoria. No quiere ni oír hablar del enfrentamiento que tuvo en la radio con el catedrático Vinçens Navarro a principios de mes. Ahora Manel Fuentes tiene otra lucha, pero en este caso semanal. Tu cara me suena es la nueva apuesta de Antena 3 para las noches de los miércoles.

Vuelve a televisión con 'Tu cara me suena'. ¿Qué ingredientes tiene?

Tiene varios que a mí me han seducido. Por un lado, yo como espectador me quedaba siempre frente a la tele con Lluvia de estrellas. Y en este caso ves a gente como Santiago Segura, Toñi Salazar o Josema Yuste transformándose en un cantante conocido. Al mismo tiempo, hay un punto de competición que podría existir en un programa como Operación Triunfo, por poner un referente. El plató es inmenso, es un teatro con un montón de espectadores y al mismo tiempo cuando rugen o aplauden te das cuenta si eso es de verdad o no. Cuando vas a dar el ganador, muchas veces están temblando. Yo creo que ese punto de tensión y emoción está ahí.

¿Cuál más?

Hay un punto de locura que se da con un jurado tan potente como es Angel Llàcer, Carlos Latre, Carolina Cerezuela, Mónica Naranjo y esos concursantes tan potentes.

Es la primera vez que presenta un espacio musical. ¿Fue uno de los alicientes?

Sí. La música y la imitación son dos elementos que me encantan. Yo me he dedicado a alguno profesionalmente y al otro en mi tiempo libre. Son dos elementos básicos para entender la diversión o el entretenimiento. Entonces, poder compartirlo con el público o hacer que eso llegue al público es un reto fantástico.

¿Es una apuesta arriesgada?

Creo que todo lo que se hace hoy en televisión es una apuesta. Pienso que es una apuesta en el buen sentido. Tenemos una realidad muy dura económicamente y me parece que poder pasar un buen rato en familia viendo la tele, en los tiempos que corren es absolutamente necesario.

¿El hecho de que los concursantes sean famosos puede atraer a más espectadores?

Creo que sí. Cuando ves a alguien como Francisco o como Toñi Salazar, que son cantantes reconocidos, transformándose en otro artista... A cualquiera de ellos le puede tocar un hombre, una mujer, cantar en inglés o cantar y bailar como una de las grandes estrellas del pop. Creo que todo esto le añade un morbo y una exigencia de competición a todos ellos que yo me quedo mirándoles.

¿Qué reacciones tienen los concursantes al saber las puntuaciones?

Se pican porque todo el mundo quiere ganar al final. Los premios van para una ONG. Ellos quieren ganar y hay un pique real para sacar la gala adelante y tener una clasificación buena a lo largo de las semanas y ser el ganador absoluto del concurso. El temblor cuando abrazas al ganador o ganadora de la gala, lo notas. Los que han perdido o los que han puntuado mal, se mosquean.

El premio va a una ONG. ¿Cada famoso ha elegido una?

Cada uno tiene la suya y solo consigue premio el ganador de cada noche y otro premio más el ganador final. En cada gala se entregan 3.000 euros a una ONG.

¿La puntuación es semanal y se va acumulando?

Los puntos se acumulan semanalmente para llegar a la final. Esta será una gala y, probablemente, se dará la resolución final.

Desde 'Malas compañías' en 2009 es el primer espacio que presenta.

Esta ausencia ha sido porque no iba a volver a televisión con una cosa que no me sedujera a mí primero. Si no te seduce a ti, es muy difícil que puedas seducir al espectador. También he hecho una apuesta por un registro mucho más periodístico. Estoy en un programa de información por la mañana de seis a doce. Hablando cada día de economía, de política. Hice una apuesta por esa vertiente mía que es más periodística que de entretenimiento. Ahora los puedo compaginar.

Ha comentado que 'Tu cara me suena' es un programa de entretenimiento blanco.

Creo que sí. Me parece que Antena 3 está haciendo bien las cosas. Coincido plenamente con ellos en gustos personales, en el trato. Me puedo identificar con ellos -en referencia a Atrapa un millón y Ahora caigo- y por ejemplo con Arturo Valls soy amigo desde el Caiga quien caiga. Eso creo que es muy importante.

En Catalunya Ràdio presenta un programa diario de actualidad. Son dos registros opuestos.

Al final, los tiempos de las grabaciones son muy complementarios. Agradezco mucho el poderme dedicar a otros registros, aunque la mayoría está acostumbrado a verme en el registro del entretenimiento. Vuelvo a tope y comprometidísimo. Al mismo tiempo estoy en el registro periodístico donde también hay mucha implicación para poder contar la situación económica, cómo ha funcionado la política.

La prima de riesgo se ha convertido en un tema habitual.

Sí, la prima de riesgo, cómo está el rescate de Grecia, cómo han funcionado nuestros ayuntamientos... Un rollo que no es tan divertido como el que por la noche podemos disfrutar con Tu cara me suena.

Con las elecciones generales, se presenta una época muy interesante para 'El matí de Catalunya Ràdio'.

Sí. Va a ser interesante saber cómo queda España después del 20-N. Y vamos a tener que analizarlo con lupa. También habrá que luchar para que sigamos teniendo un Estado del bienestar y que la democracia no se vaya por otro camino.

Trabaja en un medio público. ¿Qué le ha parecido el intento del Consejo de RTVE por controlar los informativos?

Me parece grave pero doy gracias al resto de medios y a las redes sociales por detectar estas cosas y, en ese sentido, se ha podido parar. Pero me parece un precedente grave como para que todos vigilemos que la profesión de periodista no esté en juego.

¿En Catalunya Ràdio se ha dado una situación parecida?

No. Yo ese día lo que hice fue entrevista al presidente del Consejo Audiovisual Catalán para preguntarle cómo están las cosas en nuestra casa. Evidentemente, a mí no me miran los textos que voy a decir. Si esto pasara, me iría directamente.

A principios de mes, tuvo un enfrentamiento con Vinçens Navarro en antena...

Está pasado. Ya pasó, ya se habló. Pedí disculpas y ya está.