LOS colaboradores de la tele no se toman vacaciones. Está claro que han encontrado su verdadera vocación y ahí le dan, semana tras semana, sin descanso que valga. La noche del viernes al sábado es su gran día. Abren sus platós y ahí se les ve a todos muy peripuestos en un alarde coreográfico de minifaldas y piernas recogidas y estiradas hasta la extenuación acabadas en zapatos de tacón desorbitado. Arrancó Dec con una pregunta ética. "¿Será lícito que saquemos las imágenes de un personaje público haciendo guarradas en una playa pública?" Hubo debate entre ellos. Unos apuntaban a que si el personaje nunca había traficado con su vida no había por qué hacerle esa faena de que todo el mundo fuera testigo de su desliz. Dio igual, al final vimos que el personaje era un bailarín que se había puesto cachondo con su novio y un paparazzi estaba haciendo el agosto a su costa. Ahí los deje para pasarme a observar a los tramperos de Sálvame Deluxe daban cuenta de la carnaza de esa noche. Mismo decorado, mismo cruce de piernas de las chicas y un espectacular vestido negro palabra de honor de Terelu. Allí había una cuñada que se metía esta vez con una exconcursante de Gran Hermano que además había ejercido la prostitución. Los colaboradores se ve que no tenían tiempo. Un tal (Pito) o Kiko Matamoros se levantaba y se acercaba hacia la invitada para decirle a la cara que no tenía vergüenza; otras le lanzaban todo tipo de improperios gritando mucho y sin apenas mover la piernas cruzadas. A la exconcursante le daba un ataque de ansiedad y se la llevaron los servicios médicos. Concluyó un tal (Pito) o Kiko Narváez dijo que después de 10 años en el oficio, por primera vez había estado a punto de vomitar. Terelu se ajustó su palabra de honor y presentó muy profesional su siguiente invitado. Perdón pero sabría decirles quién fue.
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