Bilbao. Mugaldekoa se estrenó en su versión original en euskera el pasado año en ETB-1. Se gestó con la dirección de Bingen Zupiria y ha sido la última ficción que se ha grabado en Euskal Telebista tras la llegado del actual equipo gestor. Ahora, se emite en ETB-2 doblada al castellano y bajo el título de Operación Cometé. Dentro de las bajas audiencias de la cadena, no está yendo mal y mantiene un público fiel. Fernando Bernués, de la productora vasca Tentazioa y director de la serie, comenta cómo ha sido el doblaje de este producto. La producción de esta serie, la primera de época de la cadena, ha quedado tan solo en trece capítulos.
¿Qué le parece la versión en castellano que emite ETB-2?
Creo que está siendo una experiencia positiva. El 98% de la serie ha sido doblada por los propios actores que intervinieron en su versión original. Creo que ha sido un esfuerzo hecho con seriedad.
¿Que sean los propios actores los que la han doblado es la mejor opción?
No es el camino más fácil porque los actores de doblaje tienen más hábito. Quizá la cercanía es mayor si lo hacen las personas que han dado vida a los personajes. Yo estoy contento con el trabajo que se ha hecho. Desde la productora se ha seguido cuidando los detalles. Los directores hemos estado pendientes del doblaje y creo que ha salido algo muy digno.
¿Se ve diferente la serie en castellano frente a la euskera?
Los matices son diferentes. Las relaciones que se establecen en uno u otro idioma son distintas. Hay un tipo de ubicación sociológica más genérica. La serie es idéntica. Se ha cuidado, se ha hecho un buen trabajo. Pero inevitablemente el doblaje es una traducción. La esencia perdura, es la misma.
'Mugaldekoak' en ETB-1, ahora 'Operación Cometé' en ETB-2, se quedó en trece capítulos. ¿Podía haber tenido continuidad esta serie?
Claro. El eje narrativo tenía continuidad. En principio, no es una serie que nace pensada para cerrarse en trece capítulos. Podía haber tenido continuidad en el mundo transfronterizo, en el mundo de los mugalaris y ese eje tiene desarrollo durante toda la postguerra española. Tenía más recorrido, pero...
¿Cree que tiene alguna posibilidad de continuar o la han descartado?
Los decorados siguen en pie y la historia está viva. Objetivamente tendría posibilidades. Está claro que el paso del tiempo siempre complica esas posibilidades y las hace más difíciles. Pero no es imposible dar continuidad a la serie.
Desde ETB se habla de falta de dinero. ¿Tan cara ha resultado 'Mugaldekoak'?
No, la serie no es tan cara. Cuando se grabó la serie se hizo bajo un marco de ficción bastante austero. No hay dinero para hacer series, al menos es donde se ha reducido clarísimamente la producción de ETB. Después de Mugaldekoak no ha habido ninguna otra serie nueva y ya hace dos años que se grabó. Este trabajo estaba en un marco económico para lo que es ficción bastante ajustado. Me atrevería a decir que ha habido programas de entretenimiento con costes similares a los de esta ficción.
Los que dirigen las televisiones se quejan de que la ficción es muy cara.
Esta no. Cuando se hacía Martin o Mi querido Klikowsky, el modulo de producción era un poco más caro que lo que costó Mugaldekoak (Operación Cometé). No es que la serie fuera cara, el problema para no seguir no era de costos económicos.
¿Cuál era el problema?
No lo sé, supongo que la cadena entendió que no era rentable por las audiencias o por lo que sea. Es verdad que ha sido una serie que ha tenido muchos reconocimientos por parte del público que tenía. Quizá no tuvo mucha audiencia, pero esta era muy fiel. Me imagino que la cadena pensó que no les traía a cuenta la renovación. Si a eso le añadimos la situación en la que está la cadena y que no se ha hecho ficción últimamente... Eso sí que es un poco doloroso.
La ficción de época está en alza, el resto de las cadenas apuestan por ella.
Ya lleva unos años y se está dando un recorrido interesante. Mugaldekoak era la primera serie de ficción de época que se hacía en Euskadi. Desde luego, lo que apuntas es verdad, las parrillas están llenas de series de época.
¿Tienen ustedes algún proyecto más para televisión?
Proyectos hay bastantes. Hemos firmado la adaptación del guión de la novela de Bernardo Atxaga, El hijo del acordeonista. Es un proyecto en el que tenemos puestas muchas esperanzas e ilusiones. Estamos trabajando en una biblia y un par de guiones de una posible serie de ficción.
¿En qué canal se prevé emitir?
Es en euskera para ETB-1. Es un sitcom y tiene una trama contemporánea. Proyecto hay, pero ahí estamos. Seguimos intentando presentar cosas nuevas. Sí parece que hay interés en que haya producción de ficción en ETB, pero no sabemos en qué se va materializar todo esto.
¿Está duro el mundo de la televisión?
Yo creo que estos dos años están siendo duros. Están duros todos los mundos y el televisivo no se escapa a la situación en la que vivimos. Euskadi tiene un marco de productoras pequeñas en general y nosotros, que nos dedicamos exclusivamente a la ficción y al documental, después de dos años sin producir, nos resulta muy difícil seguir adelante. En general el tejido audiovisual está muy convulso y con muchas dificultades para mantener una cierta industria.
¿Más difícil con esta dirección de ETB que con la anterior?
No sé si es un problema de direcciones. Es verdad que cuando no hay dinero es ahora. No sé si es tanto un problema de direcciones como de economía. Supongo que por algún lado se racionalizará.
¿En qué sentido ve usted esa racionalización?
Mantener una estructura de televisión importante y no tener capacidad de producción propia es complicado. Me parece que la ficción deja un bagaje. Es un tipo de producción que tiene varios pases, deja una memoria... Es una pena que no se esté producción ficción. ¿Cómo se va a abordar esta situación? Sinceramente, no lo sé. Habrá que repensar cuál va ser el marco económico en el que se va a mover la televisión vasca en los próximos años.