Vitoria. Juan José Ballesta interpreta a Paulo. El joven está a punto de contraer matrimonio con Nerea (Ana de Armas), su prometida. Pero es la invasión romana la que impide el casamiento y lo que parece separarlos para siempre. Su personaje tiene un fuerte temperamento que le ha causado problemas. El joven actor madrileño está encantado con la serie de Antena 3. Le gustan las peleas y las guerras que hay en Hispania.

Es una serie muy diferente a otras en las que ha intervenido, ¿le resulta más dura?

Tiene sus cosillas, sus peleas, sus coreografías, se trabaja mucho, pero estamos encantados trabajando en la segunda temporada de la serie. Te puedo decir que tenemos las mismas ganas que en la primera temporada, estamos dándolo todo.

Es su primer papel histórico, ¿conocía usted esta parte de la historia?

Pues no, pero a mí todo esto de las peleas y las guerras me encantan y me ha venido como anillo al dedo.

¿Le resulta difícil el papel?

Difíciles son las coreografías, pero no el personaje. ¿Sabes qué sería más difícil? Que fuera un personaje con algún problemas, con alguna deficiencia. Imagínate un personaje autista.

¿Se atrevería?

Pues claro, eso es lo que yo busco personajes difíciles. Este, el de Hispania, es de los que grabas y te vas a casa, no tiene problemas. Es un papel fácil.

¿Cómo cree que va a acabar Paulo?

Espero que acabe en drama.

¿Quiere que los guionistas le maten?

No exactamente, pero que se liara una buena, que mataran a mi prometida y yo matara al que la ha matado, luego si quieren -pero un poco más tarde-, que me maten a mí.

Le veo un poco sangriento en sus intenciones, ¿no?

Si pudiera decidir yo, a mí personaje le dejaría dar más palos, le daría mucho más texto. ¿Cómo lo ves tú?

Pelín extremo. ¿Cuántos años lleva usted trabajando?

Uff, una porrada, desde los ocho que empecé hasta ahora que tengo veintitrés. Y que dure muchos más años que yo estoy encantado, muy contento de hacer estos personajes.

¿Cómo empezó a trabajar siendo tan niño? ¿Había afición a la interpretación en su casa?

Algo había, mi madre era muy aficionada a llevar a mi hermana a los casting y yo me apunté. Me llamaba la atención el mundillo este. Al final, me ha ido motivando, me ha ido llenando y no me va nada mal. ¿Sabes lo que te digo? Que yo de aquí no me salgo, que esto me gusta mucho y que aquí me voy a quedar.

¿Qué recuerdos tiene de su primera película 'El Bola'?

Muchos, fue una película dura y fue estupendo el rodaje. Hace poco estuvo comiendo en casa Achero Mañas, el director. Con él me estrené en el cine y siempre vamos a mantener una buena amistad. Me marcó mucho y allí nació esa amistad que va a durar toda la vida.

Usted nació en el barrio de Parla...

Allí está mi gente, yo no me olvido de nadie, soy un chico de barrio.

Hay quien se olvida de sus orígenes.

Yo no, en cuanto tengo un rato libre me voy al barrio, a ver a los colegas, a los vecinos... En Parla están mis amigos y la gente me ve arriba y abajo por el barrio. Siempre seré un chico de barrio, eso no se borra. Hablo con todo el mundo, soy como ellos, uno más. Que salgo en la tele, que hago cine, qué más da, yo sigo teniendo a mi gente de siempre y a los colegas de toda la vida.

Hablábamos de personajes difíciles, su personaje en 'Entre lobos' tuvo que serlo.

Sí, era difícil apenas una frase que decía: "Tú quédate aquí que seguirás mi rastro". Acción pura y dura. Todo gestos, todo señales, muecas, nerviosismo. En la película me intentado aproximar lo más posible a un lobo, a un salvaje, que es lo que era Marcos Rodríguez Pantoja en su época de joven, estaba asalvajao completamente.

¿Cómo ha sido su relación con el personaje real?

Una historia muy bonita, ha sido un placer rodarla, he hecho mucha amistad con Marco. Me ha encantado mucho hacer de él. Para mí ha sido una satisfacción que él estuviera encantado con mi trabajo.

A usted también le gusta la vida en la naturaleza.

Pues sí, mis aficiones son la caza y la pesca. En la rueda de prensa, cuando presentamos la segunda temporada, le dije a la consejera de Extremadura: "Chica, te estoy dejando el río pelao. Le dije también que me sacaran la licencia de pesca, porque quería hacerlo en regla.

¿Qué es lo que pesca en Extremadura?

Trucha, en Extremadura hay mucha trucha, mucha penca... Cuando salgo de currar, me voy todos los días a coger unas truchitas, mientras estos -sus compañeros de rodaje-, se duchan y estudian, yo dejo todo para última hora, me voy al río con mi mujer y mi hijo y pesco. Después le digo al del hotel que me las haga y me las como -las truchas-, con todos mis compañeros. Hace poco pesqué seis un día y otro día siete. Que ya te digo, que yo a estos de Extremadura les dejo el río más que pelao. Esa es mi satisfacción, pescar, cazar y estar con la familia.

Es aficionado al full contat y al king boxer. ¿Sigue practicando?

Eso ya lo dejé, dedicándome al cine y teniendo que cuidar mi imagen es imposible. Si yo peleé el campeonato de España diez días antes de hacer 7 Vírgenes. El director flipaba y se tiraba de los pelos. Era algo que tenía apalabrado de tres años antes. Pero al final, lo tuve que dejar. Lo que realmente me motiva es mi trabajo, ser actor, lo otro era un hobby. No puedo ir con la cara marcada. No puedo ir a un rodaje con la cara señalada, con la cara hinchada por un combate. Hay que ser profesional.

Consiguió el premio Goya siendo un niño. ¿A qué le saben los premios?

A gloria. Me gustan, disfruto. Me dieron el Goya, la Concha de Plata en San Sebastián, el de la Unión de Actores, qué subidón. Un premio sabe muy bien. Pero lo que me motiva de verdad es buen papel.