ESTE año vamos a vivir un punto de inflexión en los Madrid-Barça. Cuatro clásicos en un mes van a hacer odiar el fútbol a mucha gente que hasta ahora lo tolera como puede. El despliegue de La Sexta recuerda a esos monográficos que hacen de la F1 o de motociclismo. Pero una cosa es hablar de fútbol y otra castigar con él como se está haciendo de manera inmisericorde. El paripé que se está montando tiene además momentos inquietantes como ese silencio de José Mourinho y el lógico plante de los periodistas.

El fútbol es el espectáculo que más vende pero las reglas del juego deberían ser tan claras fuera como dentro del campo. ¿A qué viene que un entrenador se ría del mundo haciéndose el sueco, o como hizo recientemente Pep Guardiola largándose de la rueda de prensa porque la criatura no estaba de humor para contestar preguntas? El tratamiento abusivo de los medios está convirtiendo los protagonistas en verdaderos abusones de colegio: lo mismo te insultan que pasan delante de ti sin mirarte a la cara. Algo no funciona en este clásico que se está haciendo tan largo que la gente quisiera tener ya el resumen abreviado. Estos cuatro partidos consecutivos pueden matar la liga de los huevos de oro. Han comenzado por no hablar y puede que luego, cuando quieran, ya muchos no les haga caso.

Y siguiendo con los abusos: planean en Telecinco volver a programar el concurso cachondeo Supervivientes. La cuestión es que los debates los va a presentar Jorge Javier, ya saben El del Tomate. ¿Se imaginan que pusiera en práctica la estrategia de Mou y en un alarde de cabreo hiciera los debates en silencio? Va a ser que el mutismo de Mourinho sea la respuesta más inteligente que se pueda dar ante tanto despilfarro de medios.