LAS casas de apuestas están tomando posiciones en Eurovisión. Quiero decir que junto con el resultado del próximo festival que será en la ciudad alemana de Dusseldorf, los aficionados además de mandar sms para Que me quiten lo bailao podrán apostar. De momento los favoritos son Suecia y Francia. Vamos los de siempre. Aunque si hay dinero de por medio esta porra podrá ir cambiando hasta la fechas de su celebración allá por el mes de mayo. Ya saben una vez que se haya pasado la Semana Santa. Y fue precisamente en Málaga donde ayer se le vio a Antonio Banderas el pregón con el que por ahí comienzan los jolgorios de en torno a las procesiones. Hace unos años a Banderas se le acusó de pertenecer al Ku Klux Klan por ir tocado de capirote. Tuvo que emplearse a fondo para explicar por USA que aquel gorro puntiagudo era el típico con el que en su tierra sacaban los santos. Algo que visto por televisión y muy difícil de explicar y si lo ves en directo acojona. Tanto como la manifestación de la AVT en Madrid en contra de que la izquierda abertzale esté en las elecciones. La cobertura de algunas cadenas como Intereconomía y hizo posible que se viera aquella marcha como algo parecido a esas patéticas imágenes de los aficionados concentrados mirando su selección en una pantalla gigante. Aunque para concentración original la de que se produjo ayer en Badajoz a raíz de las palabras de su alcalde Miguel Celdrán del PP contra los homosexuales "a los palomos cojos, se les echa para otro lado". Entre las plumas de Badajoz organizadas por El Intermedio y las banderas de Madrid, me quedo con las primeras. Unos convocan para restituir la libertad aún a costa de soportar un concierto de Falete; los otros siempre acaban tapando las cámaras y las urnas a banderazos.