aNDAN los obispos defendiendo sus fichajes radiofónicos para hacer su programa del fútbol. No sé porqué esta defensa no pedida me trae imágenes en blanco y negro de curas remangándose las sotanas en el patio del colegio. Dicen su representante Martínez Camino que "invertir bien contribuye a la economía". Desde los ámbitos eclesiales siguen remangándose las sotanas porque jamás he entendido su extraña vinculación con el fútbol. Bueno, en todo caso en la llamada Mano de Dios con la que Maradona fue capaz de derrotar a Inglaterra. Ya que recordamos el blanco y negro otro de los momentos que lo recuerdan es el festival de Eurovisión. Y resulta que según el estudio Panorama Audiovisual 2010 el momento estelar fue en 2002. Obtuvo el 85% de la cuota de pantalla. Aquel año, claro está, participó Rosa acompañada de Chenoa, Bisbal y Bustamante. Lo curioso del estudio ha sido descubrir el secreto a voces de que Aquí no hay quien viva es la serie más vista por encima de CSI o Los Serrano. Ya ven: al final la televisión que triunfa es lo más parecido al sainete. Los gustos televisivos en pleno siglo XXI están más cerca de los gustos del XIX. Y es que Arniches o Muñoz Seca ganarían por goleada a los David Trueba. Y hablo de este por su interesante propuesta televisiva Qué fue de Jorge Sanz un programa que hay que ver aunque uno tenga que quedar a cenar en casa de algún superviviente que no haya dado de baja el Canal plus. Y para bajas memorables la de Concha García Campoy, primera víctima de la fusión, o lo que sea esa operación quirúrgica, de Telencinco y Cuatro. Para los que tenemos parte de la memoria en blanco y negro, sabemos que Concha y Ángeles Caso dieron un revolcón a los espectadores del Telediario. Hago reseteado de Emisión imposible este mes de diciembre y ya les cuento lo que haga falta, a color, en enero. Hasta entonces.