es hora de atarse los machos. El Tribunal Supremo ha ratificado la condena a Antena 3 en 2006 por emitir en televisión imágenes de dos menores a los que los estaban buscando sus abuelas. El mundo infantil es uno de los grandes desprotegidos de la televisión y, sin embargo, tampoco parece que se pueda hacer demasiado. Nadie está dispuesto a llevar la protección de horario infantil a los tribunales porque la televisión estaría de manera permanente en el banquillo. Todo lo contrario de lo que se hace con Sara Carbonero, de la que se saca de tiesto cada una de sus palabras. El otro día dijo una verdad evidente: Ronaldo es un egoísta. Pues le han dado hasta hartar en cada tertulia sobre fútbol que me he tropezado haciendo el habitual e inútil recorrido por la programación que ofrece el sistema TDT. Pero ésa es otra. Avanzamos tecnológicamente hacia un nuevo sistema de televisión para que nos lo abarroten de tertulias, que más parecen cacofonías del franquismo que otra cosa. Tipos que defienden los viejos tiempos delante de una copa de vino español, tipos que hablan 24 horas del Madrid y del Barça mientras pisan un balón de fútbol en un plató y lanzan disparos a una diminuta portería. La puesta en escena que durante años fue una de las grandezas de la televisión, desde luego, se ha sustituido por platos donde no hay un detalle de calidad. En estos programas tertulia donde atacan a Zapatero y a los nacionalismos con el mismo rigor que quien se dice madridista: ni cuidan el fondo, ni la forma. Una realización mediocre de planos medios de tipos que saben lo que tienen que decir. Recuerdan a aquellas atracciones de feria en las que la gente lanzaba tomates a alguien disfrazado de payaso. La programación que hoy tenemos en la TDT tiene sus días contados: está despachando a los espectadores a otros medios. Gracias.