Para despedir la semana en Aspaldiko ponen música de circo. De ésas que lo mismo servían para las pruebas del 1,2,3 responda otra vez que para las escenas de persecución con cámara rápida tan del gusto del humor inglés. Lo cierto es que pasa el tiempo y no hay manera de conocer la dinámica de este programa. Los invitados aparecen y desaparecen con facilidad. No queda claro si se debe a un cambio de criterio o es que se niegan a volver al plató. A Antxon se le ve improvisar a diario, que eso es lo malo de no fiarse de los guionistas, y hasta piensa en voz alta y maniobra bruscamente cada vez que se acuerda de algo. Aunque para maniobra circense y televisiva la del conductor de Valencia. Ya saben ése que se ha hecho famoso por ir en el coche pelándosela. Menudo crack: seis menos diez de la tarde, concurrida calle de Valencia y los guardias que paran al tipo e interpretan que lo que se agarraba con la mano derecha no iba con el código de circulación. Eso sí: no quedó claro en el vídeo si el tío acabo o no la faena. Parece que le van a correr con 150 euros y 3 puntos del carné, que uno nunca sabe qué es más caro si los euros o los puntos.

Y ya que estamos de cifras, en RNE Pepa Fernández cumplió ayer 1.000 ediciones del programa Es un día cualquiera. Lo celebraron para sus escuchantes con actuaciones como Golden Apple Quartet y el cantautor Riki López. Si por algo se caracteriza este programa es por hacer del fin de semana algo excepcional. Colaboradores como José María Íñigo, Forges, Álex Grijelmo, José Antonio Labordeta, Leontxo García y Joaquín Araujo son algunos de los que consiguen elevar el nivel radiofónico sábados y domingos. El programa empezó un 11 de septiembre de 1999; desde entonces lo que no se entiende es cómo nadie ha intentando hacer un programa similar en televisión. Otro misterio sin resolver.