vitoria. En el thriller de seis capítulos, Silva, quien se define como "un artesano que hace su trabajo", encarnará a Diego Salgado, un exitoso publicista al que una desgracia le cambia la vida.

¿Cómo es el personaje que protagoniza?

Es un ejecutivo que carga con una culpa del pasado. A la vez que persigue su objetivo, en cierto modo egoísta porque es también para salvarse a sí mismo, va descubriendo su propia humanidad. Comienza dando una cara dinámica de un tipo con muchísimo éxito, pero poco a poco una carga del pasado le va marcando. Lo interesante es que va descubriendo su propia humanidad.

¿Lograría redimirse de esa culpa?

Ése es su objetivo y es lo que persigue por encima de todo. Puede parecer egoísta, pero todo es por un bien.

¿Le resulta más atractivo interpretar personajes difíciles?

Los personajes tienen que tener problemas para que sean interesantes, les tienen que pasar cosas y tienen que tener una forma especial de enfrentarse a ellas.

La serie consta de seis capítulos. ¿Fue decisivo para que volviera a la televisión?

Saber que tiene un principio y un final, que puedes trabajar el arco del personaje como si fuese una película es muy interesante, es un regalo haciendo televisión. En este momento no me apetece estar en una serie que tenga una continuidad indefinida. Lo que persigo es disfrutar, buscar, cambiar de personaje y jugar. El ritmo del guión engancha desde el principio y me gusta rodar fuera de España, tiene un punto de aventura y de inmediatez.

¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?

Los actores vivimos más. He pasado por muchos procesos y los personajes me han enseñado cosas que jamás hubiera aprendido con otra profesión. En la ficción he matado, me he enamorado un millón de veces... y me lo he creído.

Y, ¿para deconectar de eso?

Una cerveza bien fría, un cigarrito y tus amigos, pero como en todos los trabajos. Me gusta juntar a toda mi gente, darles de comer y estar con ellos hablando de otra cosa.