ha nacido una nueva estrella de la televisión. Su nombre es Indhira y su hazaña: embroncarse con su compañera de concurso Carol. Ya saben, hablo de Gran Hermano, que según parece siguen ahí encerrados. Bueno, es casi seguro que el futuro les reserve un montón de momentos estelares en esa telebasura, repitiendo su mal rollo hasta la saciedad. Dicen las encuestas que aborrecemos la tele que nos ofrecen. Ojo, eso no significa que no la veamos. La vemos y la despreciamos al mismo tiempo. Debe ser un sentimiento contradictorio como el freudiano amor-odio. Pero los analistas en lo que se fijan es precisamente en la audiencia. Y nos dan lo que despreciamos con datos en la mano. Los informativos por ejemplo: los llenan de referencias al Madrid y al Barça porque eso vende. Antes uno se libraba si ponía el Teleberri de ETB. Ahora no. Ahora se le da más importancia no sé si por el espíritu nacional de los partidos que mandan o por estrategia. El caso es que ayer hasta el Atlético de Madrid tuvo más tiempo que Athletic, Osasuna o Real Sociedad, con lo que más parecía la sucursal de alguna cadena televisiva con sede en el Paseo de la Castellana o por ahí.

Pero seamos positivos y pensemos que la nueva temporada de House que hoy se estrena va a animar la temporada. Y lo hace para sustituir Perdidos, serie que ocupa el noveno lugar en el ranking de mejores series de la historia que ha realizado un periódico americano especializado llamado The Hollywood Reporter. Una temporada más en la que también nos hemos quedado perdidos muchos espectadores incapaces de seguir los argumentos creados por J.J. Abrams. ¿Saben qué serie ocupa el primer lugar de esta liga de campeones de la televisión? Los Soprano, seguida por El ala oeste de la Casa Blanca. Lástima que ambas se hayan dado por terminadas. Las seguimos echando de menos.